La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tiene prácticamente asegurado un acuerdo para prorrogar por nueve meses más los recortes de suministros que entraron en vigor el uno de enero pasado y vencieron este domingo 30 de junio.
La 176ª conferencia ministerial de la OPEP será presidida por el ministro de Petróleo de Venezuela, Manuel Quevedo, y será precedida por una reunión del comité encargado de vigilar el cumplimiento de los recortes vigentes, que además estudiará las últimas evoluciones del mercado y con base en ellas hará sus recomendaciones a la conferencia.
Después del encuentro, los ministros del sector de los 14 miembros de la OPEP volverán este martes, al secretariado de la organización para participar en la sexta reunión con sus colegas de los 10 productores aliados desde 2016.
El grupo de 24 países, llamado «OPEP+», decidió en diciembre pasado retirar del mercado 1,2 millones de barriles diarios de crudo, en búsqueda de la recuperación del precio del petróleo, que había caído a menos de 54 dólares por barril.
Aunque la medida contribuyó al encarecimiento del «oro negro» en los primeros meses del año, cuando el barril se apreció hasta cotizar por encima de los 75 dólares a fines de abril, el auge de la producción de crudo en EEUU y la desaceleración de la demanda de crudo han contrarrestado parcialmente la medida de los productores.
El barril del petróleo Brent se vende estos días en torno a los 66 dólares, un nivel moderado si se tiene en cuenta la presión al alza que ejercen otros importantes factores.
Entre ellos destaca la caída de las exportaciones de crudo de Irán debido a las sanciones impuestas a Teherán por Washington, el desplome del bombeo de Venezuela a causa de la grave crisis que atraviesa el país y los temores a cortes de suministro que despierta la escalada de las tensiones en Oriente Medio.
Los analistas dan por sentado que la OPEP+ dará luz verde a una prórroga del citado recorte hasta fines de 2019 como mínimo, y más probablemente hasta fines de marzo de 2020, después de que Arabia Saudí, el mayor productor de la OPEP, y Rusia, primer productor del grupo de aliados, alcanzasen un acuerdo previo el sábado en Japón.
Al anunciarlo a la prensa al término de la cumbre del G20 tras reunirse en la ciudad japonesa de Osaka con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, el presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que ambos países abogan por una prórroga de seis a nueve meses, y se inclinó más por la última variante.
De forma similar se expresó el ministro saudí de Petróleo, Jalid al Falih, a su llegada a Viena el domingo, cuando estimó que el resultado «más probable» del encuentro es una extensión hasta el 31 de marzo de 2020 del recorte.
De confirmarse la medida, la OPEP debería sancionar este lunes su parte del acuerdo, a saber, la rebaja de las extracciones conjuntas en 800.000 barriles por día repartida proporcionalmente entre 11 de los 14 miembros, ya que Irán, Venezuela y Libia están exonerados del compromiso debido a las caídas involuntarias de su bombeo que sufren por diversas razones.
El ministro iraní del petróleo, Bijan Namdar Zanganeh, denunció en Viena el carácter unilateral del acuerdo sobre el límite en la producción de crudo entre Arabia Saudita y Rusia, anunciado antes de una reunión de la OPEP.
Aunque dijo apoyar una prolongación de la baja producción en vigor, Zanganeh consideró que la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de la que Rusia no es miembro, «no tiene que recibir decisiones tomadas fuera de la OPEP».
Destinada a apoyar los precios del petróleo, esta prolongación de la reducción de producción fue anunciada por el presidente ruso, Vladimir Putin, al margen del G20 de Osaka, antes del encuentro de la OPEP de este lunes.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tiene prácticamente asegurado un acuerdo para prorrogar por nueve meses más los recortes de suministros que entraron en vigor el uno de enero pasado y vencieron este domingo 30 de junio.
La 176ª conferencia ministerial de la OPEP será presidida por el ministro de Petróleo de Venezuela, Manuel Quevedo, y será precedida por una reunión del comité encargado de vigilar el cumplimiento de los recortes vigentes, que además estudiará las últimas evoluciones del mercado y con base en ellas hará sus recomendaciones a la conferencia.
Después del encuentro, los ministros del sector de los 14 miembros de la OPEP volverán este martes, al secretariado de la organización para participar en la sexta reunión con sus colegas de los 10 productores aliados desde 2016.
El grupo de 24 países, llamado «OPEP+», decidió en diciembre pasado retirar del mercado 1,2 millones de barriles diarios de crudo, en búsqueda de la recuperación del precio del petróleo, que había caído a menos de 54 dólares por barril.
Aunque la medida contribuyó al encarecimiento del «oro negro» en los primeros meses del año, cuando el barril se apreció hasta cotizar por encima de los 75 dólares a fines de abril, el auge de la producción de crudo en EEUU y la desaceleración de la demanda de crudo han contrarrestado parcialmente la medida de los productores.
El barril del petróleo Brent se vende estos días en torno a los 66 dólares, un nivel moderado si se tiene en cuenta la presión al alza que ejercen otros importantes factores.
Entre ellos destaca la caída de las exportaciones de crudo de Irán debido a las sanciones impuestas a Teherán por Washington, el desplome del bombeo de Venezuela a causa de la grave crisis que atraviesa el país y los temores a cortes de suministro que despierta la escalada de las tensiones en Oriente Medio.
Los analistas dan por sentado que la OPEP+ dará luz verde a una prórroga del citado recorte hasta fines de 2019 como mínimo, y más probablemente hasta fines de marzo de 2020, después de que Arabia Saudí, el mayor productor de la OPEP, y Rusia, primer productor del grupo de aliados, alcanzasen un acuerdo previo el sábado en Japón.
Al anunciarlo a la prensa al término de la cumbre del G20 tras reunirse en la ciudad japonesa de Osaka con el príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, el presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que ambos países abogan por una prórroga de seis a nueve meses, y se inclinó más por la última variante.
De forma similar se expresó el ministro saudí de Petróleo, Jalid al Falih, a su llegada a Viena el domingo, cuando estimó que el resultado «más probable» del encuentro es una extensión hasta el 31 de marzo de 2020 del recorte.
De confirmarse la medida, la OPEP debería sancionar este lunes su parte del acuerdo, a saber, la rebaja de las extracciones conjuntas en 800.000 barriles por día repartida proporcionalmente entre 11 de los 14 miembros, ya que Irán, Venezuela y Libia están exonerados del compromiso debido a las caídas involuntarias de su bombeo que sufren por diversas razones.
El ministro iraní del petróleo, Bijan Namdar Zanganeh, denunció en Viena el carácter unilateral del acuerdo sobre el límite en la producción de crudo entre Arabia Saudita y Rusia, anunciado antes de una reunión de la OPEP.
Aunque dijo apoyar una prolongación de la baja producción en vigor, Zanganeh consideró que la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de la que Rusia no es miembro, «no tiene que recibir decisiones tomadas fuera de la OPEP».
Destinada a apoyar los precios del petróleo, esta prolongación de la reducción de producción fue anunciada por el presidente ruso, Vladimir Putin, al margen del G20 de Osaka, antes del encuentro de la OPEP de este lunes.
Los representantes del gobierno de Nicolás Maduro y la administración interina de Juan Guaidó, reconocida por más de 50 países y recientemente avalada en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), podrían reanudar sus encuentros esta semana en un lugar no determinado, según una nota de la agencia Reuters.
La agencia cita «tres fuentes familiarizadas con el asunto»; sin embargo, dos dirigentes de Voluntad Popular, consultados por Banca y Negocios de manera extraoficial, indicaron que, aunque existe la presión de la Unión Europea, a través del denominado Grupo de Contacto, y varios gobiernos latinoamericanos, la muerte por presuntas torturas del Capitán de Corbeta Rafael Acosta Arévalo, mientras estaba bajo custodia del Dirección General de Contrainteligencia Militar (Digcim), desaconseja cualquier iniciativa en este momento, y así parece entenderlo todo el sector democrático.
El clima político se ha complicado en los últimos días, en primer lugar por la denuncia de un supuesto intento de golpe de Estado contra la administración de Maduro, que, de acuerdo con las versiones del ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, incluiría un intento de magnicidio y atentados contra figuras relevantes del gobierno chavista.
Pero ahora esta suerte de «contraofensiva» comunicacional, disparada por el presunto complot develado, se ha difuminado por el asesinato del joven capitán Acosta Arévalo, que ha sido rotunda y ampliamente condenado en varios países e instancias multilaterales.
El diálogo sigue sobre la mesa y parece ser la prioridad del representante especial de la UE para la situación de Venezuela, Enrique Iglesias, quien estaría trabajando activamente con el gobierno de Noruega y diversos organismos internacionales para promover una mesa de diálogo rápidamente, porque existe la percepción de que la crisis humanitaria en el país puede escalar, y en el resto de América Latina hay alarma por el crecimiento de la emigración venezolana que, según la OEA, podría llegar a una cifra que oscila entre 5,2 y 5,6 millones de expatriados en 2019 y entre 7,5 y 8,2 millones en 2020.
«La mayoría de los migrantes y refugiados venezolanos se encuentran en Colombia (1.3 millones), Perú (768.100), Chile (288.200), Ecuador (263.000), Brasil (168.300), Argentina (130.000), Panamá (94.400), Trinidad y Tobago (40.000), México (39.500), Guyana (36.400), República Dominicana (28.500), Costa Rica (25.700), Uruguay (8.600) y Paraguay (5.000). En términos absolutos, 4 naciones, Colombia, Perú, Chile y Ecuador, concentran más del 65% de los venezolanos que ha abandonado su país. En Curazao (26.000) y Aruba (16.000), los venezolanos representan el 15% de la población total de cada una de las islas, la más alta de la región en términos relativos», dice el informe de un grupo de trabajo coordinado por el ex alcalde exiliado, David Smolansky, que fue encargado por la Secretaría General de la OEA.
Este tema, más que cualquier situación de carácter interno, parece ser el detonante que mantiene la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro, y también sobre la oposición que controla el parlamento y respalda al mandatario interino, Juan Guaidó, para que se abra un canal de diálogo que conduzca, tan pronto como sea posible, a un acuerdo que permita alcanzar alguna normalidad política e institucional que genere la gobernabilidad suficiente para aplicar un plan de recuperación económica.
Hasta ahora, señalan los dirigentes consultados, ambas partes están muy lejos de lograr un acuerdo.
Los representantes del gobierno de Nicolás Maduro y la administración interina de Juan Guaidó, reconocida por más de 50 países y recientemente avalada en la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), podrían reanudar sus encuentros esta semana en un lugar no determinado, según una nota de la agencia Reuters.
La agencia cita «tres fuentes familiarizadas con el asunto»; sin embargo, dos dirigentes de Voluntad Popular, consultados por Banca y Negocios de manera extraoficial, indicaron que, aunque existe la presión de la Unión Europea, a través del denominado Grupo de Contacto, y varios gobiernos latinoamericanos, la muerte por presuntas torturas del Capitán de Corbeta Rafael Acosta Arévalo, mientras estaba bajo custodia del Dirección General de Contrainteligencia Militar (Digcim), desaconseja cualquier iniciativa en este momento, y así parece entenderlo todo el sector democrático.
El clima político se ha complicado en los últimos días, en primer lugar por la denuncia de un supuesto intento de golpe de Estado contra la administración de Maduro, que, de acuerdo con las versiones del ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, incluiría un intento de magnicidio y atentados contra figuras relevantes del gobierno chavista.
Pero ahora esta suerte de «contraofensiva» comunicacional, disparada por el presunto complot develado, se ha difuminado por el asesinato del joven capitán Acosta Arévalo, que ha sido rotunda y ampliamente condenado en varios países e instancias multilaterales.
El diálogo sigue sobre la mesa y parece ser la prioridad del representante especial de la UE para la situación de Venezuela, Enrique Iglesias, quien estaría trabajando activamente con el gobierno de Noruega y diversos organismos internacionales para promover una mesa de diálogo rápidamente, porque existe la percepción de que la crisis humanitaria en el país puede escalar, y en el resto de América Latina hay alarma por el crecimiento de la emigración venezolana que, según la OEA, podría llegar a una cifra que oscila entre 5,2 y 5,6 millones de expatriados en 2019 y entre 7,5 y 8,2 millones en 2020.
«La mayoría de los migrantes y refugiados venezolanos se encuentran en Colombia (1.3 millones), Perú (768.100), Chile (288.200), Ecuador (263.000), Brasil (168.300), Argentina (130.000), Panamá (94.400), Trinidad y Tobago (40.000), México (39.500), Guyana (36.400), República Dominicana (28.500), Costa Rica (25.700), Uruguay (8.600) y Paraguay (5.000). En términos absolutos, 4 naciones, Colombia, Perú, Chile y Ecuador, concentran más del 65% de los venezolanos que ha abandonado su país. En Curazao (26.000) y Aruba (16.000), los venezolanos representan el 15% de la población total de cada una de las islas, la más alta de la región en términos relativos», dice el informe de un grupo de trabajo coordinado por el ex alcalde exiliado, David Smolansky, que fue encargado por la Secretaría General de la OEA.
Este tema, más que cualquier situación de carácter interno, parece ser el detonante que mantiene la presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro, y también sobre la oposición que controla el parlamento y respalda al mandatario interino, Juan Guaidó, para que se abra un canal de diálogo que conduzca, tan pronto como sea posible, a un acuerdo que permita alcanzar alguna normalidad política e institucional que genere la gobernabilidad suficiente para aplicar un plan de recuperación económica.
Hasta ahora, señalan los dirigentes consultados, ambas partes están muy lejos de lograr un acuerdo.
Del 1 al 15 de julio los operadores deberán realizar la declaración y pago de los tributos establecidos en la Ley Orgánica de Telecomunicaciones (LOTEL) y la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos por los ingresos obtenidos por actividades de telecomunicaciones con fines de lucro a favor de terceros correspondientes al segundo trimestre del año.
“Estos tributos deben ser calculados en base a los los ingresos brutos que estos contribuyentes han obtenido por el ejercicio de esas actividades durante el segundo trimestre de 2019″, explicó Graciela Martínez Muñoz, Gerente de Recaudación y Fiscalización de Conatel.
Detalló además que Conatel es administritación tributaria, es decir que tiene las facultades de fiscalización, inspección y verificación, y todas aquellas contenidas en el Código Orgánico Tributario, en la LOTEL y demás normativas vigentes en la materia.
“El incumplimiento en la presentación de las declaraciones, o en el pago de los tributos respectivos, ocasiona aplicación de multas o sanciones, y el cálculo de los intereses moratorios a los que haya lugar”, agregó.
Los operadores que deban cumplir con el pago de estos tributos deben realizar su declaración en línea y pueden pagar en las oficinas del Banco del Tesoro o, mediante la plataforma del Banco de Venezuela que permite hacer las operaciones a través de su portal.
Conatel pone a disposición de los operadores los números telefónicos (0212) 909-05-83, 909-46-87, 909-04-56 al 04-59 o el correo electrónico: recaudacion@conatel.gob.ve y también su Oficina de Atención al Ciudadano ubicada en la planta baja de la sede principal de la Comisión, o directamente en la Gerencia de Recaudación y Fiscalización en el piso 1 de la citada torre.
Del 1 al 15 de julio los operadores deberán realizar la declaración y pago de los tributos establecidos en la Ley Orgánica de Telecomunicaciones (LOTEL) y la Ley de Responsabilidad Social en Radio, Televisión y Medios Electrónicos por los ingresos obtenidos por actividades de telecomunicaciones con fines de lucro a favor de terceros correspondientes al segundo trimestre del año.
“Estos tributos deben ser calculados en base a los los ingresos brutos que estos contribuyentes han obtenido por el ejercicio de esas actividades durante el segundo trimestre de 2019″, explicó Graciela Martínez Muñoz, Gerente de Recaudación y Fiscalización de Conatel.
Detalló además que Conatel es administritación tributaria, es decir que tiene las facultades de fiscalización, inspección y verificación, y todas aquellas contenidas en el Código Orgánico Tributario, en la LOTEL y demás normativas vigentes en la materia.
“El incumplimiento en la presentación de las declaraciones, o en el pago de los tributos respectivos, ocasiona aplicación de multas o sanciones, y el cálculo de los intereses moratorios a los que haya lugar”, agregó.
Los operadores que deban cumplir con el pago de estos tributos deben realizar su declaración en línea y pueden pagar en las oficinas del Banco del Tesoro o, mediante la plataforma del Banco de Venezuela que permite hacer las operaciones a través de su portal.
Conatel pone a disposición de los operadores los números telefónicos (0212) 909-05-83, 909-46-87, 909-04-56 al 04-59 o el correo electrónico: recaudacion@conatel.gob.ve y también su Oficina de Atención al Ciudadano ubicada en la planta baja de la sede principal de la Comisión, o directamente en la Gerencia de Recaudación y Fiscalización en el piso 1 de la citada torre.
El presidente boliviano, Evo Morales, aliado de Caracas, afirmó que Venezuela no debería ser tema de debate de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que a su criterio debería enfocarse en otros asuntos, como la migración.
«#Venezuela ya no es parte de la @OEA_oficial y no debería ser eje de sus debates», afirmó el gobernante en su cuenta de Twitter, en referencia a la Asamblea General del organismo que inició el miércoles en Colombia, con la crisis política venezolana como tema central.
Morales indicó en el mismo tuit que la OEA, de la cual Bolivia es miembro, debería estar al margen del caso venezolano, «más aún ahora que este organismo tiene que centrarse en temas urgentes que son de alto interés regional, como la grave crisis de los migrantes que buscan llegar al norte y mueren en esa ruta» hacia Estados Unidos.
Bolivia se ha mantenido como firme aliado de Venezuela desde que el izquierdista Morales llegó al poder en 2006, y estrechó lazos primero con el ya fallecido Hugo Chávez y luego con su sucesor, Nicolás Maduro.
La Paz también integra un Grupo de Contacto Internacional, junto a Alemania, Francia, Italia, Holanda, Portugal, España, Suecia y Reino Unido, así como Ecuador, Uruguay y Costa Rica.
La Asamblea de la OEA, que se extiende hasta el viernes, también aborda la situación de Nicaragua, sacudida por protestas antigubernamentales desde 2018, y la implementación del acuerdo de paz con la exguerrilla de las FARC en Colombia.
El presidente boliviano, Evo Morales, aliado de Caracas, afirmó que Venezuela no debería ser tema de debate de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), que a su criterio debería enfocarse en otros asuntos, como la migración.
«#Venezuela ya no es parte de la @OEA_oficial y no debería ser eje de sus debates», afirmó el gobernante en su cuenta de Twitter, en referencia a la Asamblea General del organismo que inició el miércoles en Colombia, con la crisis política venezolana como tema central.
Morales indicó en el mismo tuit que la OEA, de la cual Bolivia es miembro, debería estar al margen del caso venezolano, «más aún ahora que este organismo tiene que centrarse en temas urgentes que son de alto interés regional, como la grave crisis de los migrantes que buscan llegar al norte y mueren en esa ruta» hacia Estados Unidos.
Bolivia se ha mantenido como firme aliado de Venezuela desde que el izquierdista Morales llegó al poder en 2006, y estrechó lazos primero con el ya fallecido Hugo Chávez y luego con su sucesor, Nicolás Maduro.
La Paz también integra un Grupo de Contacto Internacional, junto a Alemania, Francia, Italia, Holanda, Portugal, España, Suecia y Reino Unido, así como Ecuador, Uruguay y Costa Rica.
La Asamblea de la OEA, que se extiende hasta el viernes, también aborda la situación de Nicaragua, sacudida por protestas antigubernamentales desde 2018, y la implementación del acuerdo de paz con la exguerrilla de las FARC en Colombia.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que el diálogo congelado con la oposición en Noruega «va a continuar», pese a nuevas denuncias del gobierno socialista sobre un complot encabezado por el líder parlamentario Juan Guaidó para derrocarlo y asesinarlo.
«Quiero diálogo, quiero entendimiento, quiero acuerdos y a veces ellos dicen: ‘si el presidente dice algo, nos vamos’. Yo prefiero entonces callar (…). Esto es lo único que les puedo adelantar: el diálogo con los Noruegos sí va, va a continuar y vamos a avanzar en acuerdos verificables, cumplibles, por la paz de Venezuela», dijo Maduro en un acto transmitido en cadena de radio y televisión.
«Hay noticias nuevas, positivas (…) Lo que pasa es que estamos al frente de una oposición que no se manda a sí misma, la mandan los gringos, manda más en la oposición, decide más, Elliott Abrahams -representante de Estados Unidos para la crisis venezolana- que el balurdo (pobre hombre) este de Guaidó», agregó el mandatario.
Delegados de Maduro y Guaidó sostuvieron un primer cara a cara en Oslo en mayo, sin resultados.
El pasado 7 de junio, Guaidó, jefe del Parlamento reconocido como presidente encargado de Venezuela por más de medio centenar de países, entre estos Estados Unidos, negó que estuviesen planteadas de momento nuevas reuniones.
Las palabras de Maduro se producen después de una nueva denuncia del gobierno chavista sobre un fallido «golpe de Estado» que contemplaría el asesinato del gobernante, la primera dama, Cilia Flores, y el presidente de la oficialista Asamblea Constituyente que rige en el país, Diosdado Cabello.
Trece personas fueron arrestadas, incluido un general de la Fuerza Armada, por el presunto complot, informó más temprano el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, principal representante de Maduro en las conversaciones con mediación de Noruega.
Una docena de militares y civiles son buscados por el caso. No incluyó a Guaidó entre ellos, aunque lo relacionó con la conjura llamándole «Juanito Alimaña».
Guaidó calificó las acusaciones de «novela».
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo que el diálogo congelado con la oposición en Noruega «va a continuar», pese a nuevas denuncias del gobierno socialista sobre un complot encabezado por el líder parlamentario Juan Guaidó para derrocarlo y asesinarlo.
«Quiero diálogo, quiero entendimiento, quiero acuerdos y a veces ellos dicen: ‘si el presidente dice algo, nos vamos’. Yo prefiero entonces callar (…). Esto es lo único que les puedo adelantar: el diálogo con los Noruegos sí va, va a continuar y vamos a avanzar en acuerdos verificables, cumplibles, por la paz de Venezuela», dijo Maduro en un acto transmitido en cadena de radio y televisión.
«Hay noticias nuevas, positivas (…) Lo que pasa es que estamos al frente de una oposición que no se manda a sí misma, la mandan los gringos, manda más en la oposición, decide más, Elliott Abrahams -representante de Estados Unidos para la crisis venezolana- que el balurdo (pobre hombre) este de Guaidó», agregó el mandatario.
Delegados de Maduro y Guaidó sostuvieron un primer cara a cara en Oslo en mayo, sin resultados.
El pasado 7 de junio, Guaidó, jefe del Parlamento reconocido como presidente encargado de Venezuela por más de medio centenar de países, entre estos Estados Unidos, negó que estuviesen planteadas de momento nuevas reuniones.
Las palabras de Maduro se producen después de una nueva denuncia del gobierno chavista sobre un fallido «golpe de Estado» que contemplaría el asesinato del gobernante, la primera dama, Cilia Flores, y el presidente de la oficialista Asamblea Constituyente que rige en el país, Diosdado Cabello.
Trece personas fueron arrestadas, incluido un general de la Fuerza Armada, por el presunto complot, informó más temprano el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, principal representante de Maduro en las conversaciones con mediación de Noruega.
Una docena de militares y civiles son buscados por el caso. No incluyó a Guaidó entre ellos, aunque lo relacionó con la conjura llamándole «Juanito Alimaña».
Guaidó calificó las acusaciones de «novela».
La banca de inversión británica Barclays bajó su proyección de inflación para el cierre de 2019 a 12.592%, lo que sería una enorme desaceleración de 90,32% si se compara con el 130.060,2% que reconoció el BCV como índice nacional de precios al cierre de 2018, y de un aún más impactante 13.317% si se contrasta con el dato de 1.689.448,2% que dio la variación de precios al término del año pasado, medida por la Asamblea Nacional.
La información fue suministrada por el socio director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, en su cuenta de Twitter, en un hilo donde reveló algunas de las proyecciones macroeconómicas actualizadas para Venezuela del banco de inversión británico.
En efecto, como consecuencia de la enorme contracción de la liquidez monetaria, básicamente determinada por la reducción del gasto público y la restrictiva política de encaje legal bancario, aparte de una severa contracción del consumo que, según Aristimuño Herrera & Asociados, por ejemplo, va por 70% en los últimos tres años, los economistas han venido ajustando sus proyecciones de inflación a la baja.
Este dato no significa una eventual desaparición del fenómeno hiperinflacionario, pero marcaría una nueva etapa en la evolución del fenómeno. No es una grandiosa noticia tal desaceleración, pero significa, de cumplirse el pronóstico, siquiera de manera aproximada, una teórica recuperación de poder de compra para la población.
Por otra parte, Oliveros destacó que la firma británica pronostica que la exportación petrolera promediará unos 580.000 barriles diarios, de los cuales solo 200.000 generarán flujo de caja para un fisco nacional que tendrá que cargar con una deuda externa que representará, al cierre del año, 152% del PIB.
La banca de inversión británica Barclays bajó su proyección de inflación para el cierre de 2019 a 12.592%, lo que sería una enorme desaceleración de 90,32% si se compara con el 130.060,2% que reconoció el BCV como índice nacional de precios al cierre de 2018, y de un aún más impactante 13.317% si se contrasta con el dato de 1.689.448,2% que dio la variación de precios al término del año pasado, medida por la Asamblea Nacional.
La información fue suministrada por el socio director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, en su cuenta de Twitter, en un hilo donde reveló algunas de las proyecciones macroeconómicas actualizadas para Venezuela del banco de inversión británico.
En efecto, como consecuencia de la enorme contracción de la liquidez monetaria, básicamente determinada por la reducción del gasto público y la restrictiva política de encaje legal bancario, aparte de una severa contracción del consumo que, según Aristimuño Herrera & Asociados, por ejemplo, va por 70% en los últimos tres años, los economistas han venido ajustando sus proyecciones de inflación a la baja.
Este dato no significa una eventual desaparición del fenómeno hiperinflacionario, pero marcaría una nueva etapa en la evolución del fenómeno. No es una grandiosa noticia tal desaceleración, pero significa, de cumplirse el pronóstico, siquiera de manera aproximada, una teórica recuperación de poder de compra para la población.
Por otra parte, Oliveros destacó que la firma británica pronostica que la exportación petrolera promediará unos 580.000 barriles diarios, de los cuales solo 200.000 generarán flujo de caja para un fisco nacional que tendrá que cargar con una deuda externa que representará, al cierre del año, 152% del PIB.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, discutieron posibles medidas para cortar «el apoyo financiero de todos los países que ayudan a Venezuela», según dijo el portavoz del líder latinoamericano.
Ambos mandatarios celebraron una reunión bilateral en el margen de la cumbre del G20 en la que analizaron la situación en Venezuela y evaluaron «medidas para asfixiar el apoyo económico al régimen de (Nicolás) Maduro», según dijo el portavoz de Bolsonaro, Otávio Rego Barros, en rueda de prensa.
Trump y Bolsonaro analizaron «la necesidad de encontrar una solución al Gobierno de Venezuela», y hablaron en particular del «aspecto económico para asfixiar al Gobierno de Maduro» y para «lograr una solución democrática», según el portavoz.
Los dos mandatarios comparten el concepto de que «todos aquellos países que aporten algún apoyo económico a Venezuela podrán eventualmente ser analizados para alguna acción con la que se asfixie su apoyo», dijo Barros.
El portavoz evitó aclarar si se había tratado en particular la posibilidad de imponer sanciones a países como Cuba por su respaldo al régimen de Maduro, al ser preguntado por los medios.
Al inicio de la reunión con Bolsonaro, Trump apeló a la paciencia respecto a la crisis en Venezuela, al asegurar que ese tipo de transiciones «llevan tiempo».
El mandatario se refería así al estancamiento de la estrategia estadounidense en Venezuela, donde ya hace cinco meses que Trump reconoció como presidente legítimo al líder opositor Juan Guaidó, pero éste no ha logrado arrebatar el poder a Maduro.
En las últimas semanas, la Casa Blanca ha bajado el volumen a su campaña contra Maduro, pero fuentes oficiales consultadas por EFE aseguran que los esfuerzos para presionar al chavismo continúan, aunque no se hagan públicos.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, discutieron posibles medidas para cortar «el apoyo financiero de todos los países que ayudan a Venezuela», según dijo el portavoz del líder latinoamericano.
Ambos mandatarios celebraron una reunión bilateral en el margen de la cumbre del G20 en la que analizaron la situación en Venezuela y evaluaron «medidas para asfixiar el apoyo económico al régimen de (Nicolás) Maduro», según dijo el portavoz de Bolsonaro, Otávio Rego Barros, en rueda de prensa.
Trump y Bolsonaro analizaron «la necesidad de encontrar una solución al Gobierno de Venezuela», y hablaron en particular del «aspecto económico para asfixiar al Gobierno de Maduro» y para «lograr una solución democrática», según el portavoz.
Los dos mandatarios comparten el concepto de que «todos aquellos países que aporten algún apoyo económico a Venezuela podrán eventualmente ser analizados para alguna acción con la que se asfixie su apoyo», dijo Barros.
El portavoz evitó aclarar si se había tratado en particular la posibilidad de imponer sanciones a países como Cuba por su respaldo al régimen de Maduro, al ser preguntado por los medios.
Al inicio de la reunión con Bolsonaro, Trump apeló a la paciencia respecto a la crisis en Venezuela, al asegurar que ese tipo de transiciones «llevan tiempo».
El mandatario se refería así al estancamiento de la estrategia estadounidense en Venezuela, donde ya hace cinco meses que Trump reconoció como presidente legítimo al líder opositor Juan Guaidó, pero éste no ha logrado arrebatar el poder a Maduro.
En las últimas semanas, la Casa Blanca ha bajado el volumen a su campaña contra Maduro, pero fuentes oficiales consultadas por EFE aseguran que los esfuerzos para presionar al chavismo continúan, aunque no se hagan públicos.
A través de un comunicado, Bayer señala que, aunque cerró su planta de productos farmacéuticos y químicos de La Trinidad, seguirá en Venezuela, a través de la importación de sus líneas de medicamentos oncológicos, antibióticos, para enfermedades cardiovasculares, anticonceptivos y agroquímicos, como parte de un «nuevo modelo de negocios».
Bayer Andina, la filial que reúne las operaciones de Centroamérica, Caribe, Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela, informa que, además, se mantendrán activas las divisiones de medicamentos con prescripción, protección de cultivos y semillas certificadas, por lo que aseguró que el consumidor local podrá contar con estos productos de manera regular.
La empresa señala que el cese de la planta en Caracas se decidió de conformidad con las leyes nacionales e internacionales, así como salvaguardando los principios de Responsabilidad Social Corporativa.
Bayer dice que seguirá evaluando la realidad de mercado y tomará las decisiones necesarias para mantener la sostenibilidad de la empresa.
La filial venezolana de gigante químico alemán tenía los problemas operativos y de suministro de materias primas que son comunes en el país. El comunicado de la empresa no es específico sobre las razones que motivan el cierre de su planta, y se limita a hablar una reestructuración del modelo de negocios.
Sin embargo, el secretario general de la Federación Nacional de Sindicatos de Trabajadores de Productos medicinales, cosméticos y perfumería (Fetrameco), Avilio Echenique, declaró a Aporrea que el cierre se produjo efectivamente el pasado 20 de julio, y afecta a aproximadamente 200 trabajadores, quienes recibieron una «cajita feliz» como compensación de despido.
Aunque Echenique, un sindicalista chavista, dice que el cierre fue inconsulto e ilegal, reconoce que la empresa solo estaba fabricando tres productos farmacológicos de los 70 que se podían manufacturar en la planta. El dirigente cuestiona la «lógica de rentabilidad capitalista» del ajuste de protafolio que hizo la empresa, el cual privilegió líneas que, según el gremialista, no se corresponden con las prioridades de la población.
Es posible que el Ministerio del Trabajo intervenga la planta en los próximos días, según pudo conocer Banca y Negocios a última hora, ya que el Fetrameco hizo la solicitud y se espera que los trabajadores se mantengan movilizados alrededor de la fábrica.
La Región Andina de Bayer se encuentra en proceso de revisión, porque recientemente recibió a un nuevo presidente, Mathias Kremer, quien venía de desempeñarse como gerente global de Estrategia y Portafolio.
Según una entrevista que le hizo la revista colombiana Dinero, Kremer señaló que la idea es fortalecer a Colombia como centro productivo, tanto de productos farmacéuticos como agroquímicos. Aunque no hubo referencias a la situación de Venezuela, la empresa está redefiniendo su portafolio para desarrollar nuevas moléculas para medicamentos oncológicos y cardiovasculares.
Así mismo, está la propuesta de duplicar la producción de agroquímicos en Colombia, incluso con fines de exportación. Obviamente, estos planes de expansión no pasan por Venezuela.
El mercado venezolano como operación debe tener un peso casi inmaterial en el balance de Bayer; sin embargo, la corporación está recortando costos y reorganizando operaciones para terminar de asimilar la polémica adquisición de Monsanto, en la que invirtió 63.000 millones de dólares, y que ha generado fuertes erogaciones adicionales por complicaciones con las sinergias y algunos juicios penales.
La empresa ha reducido su facturación; no obstante, en 2018 generó ingresos por 39.600 millones de dólares. Monsanto, uno de los «cocos» de los movimientos ecologistas por sus líneas de cultivos transgénicos, puso en manos de Bayer los problemas con el uso del glisofato, una sustancia con presunto carácter cancerígeno que es la base del herbicida Roundup, que ha ocasionado graves casos judiciales en Estados Unidos y Europa.
A través de un comunicado, Bayer señala que, aunque cerró su planta de productos farmacéuticos y químicos de La Trinidad, seguirá en Venezuela, a través de la importación de sus líneas de medicamentos oncológicos, antibióticos, para enfermedades cardiovasculares, anticonceptivos y agroquímicos, como parte de un «nuevo modelo de negocios».
Bayer Andina, la filial que reúne las operaciones de Centroamérica, Caribe, Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela, informa que, además, se mantendrán activas las divisiones de medicamentos con prescripción, protección de cultivos y semillas certificadas, por lo que aseguró que el consumidor local podrá contar con estos productos de manera regular.
La empresa señala que el cese de la planta en Caracas se decidió de conformidad con las leyes nacionales e internacionales, así como salvaguardando los principios de Responsabilidad Social Corporativa.
Bayer dice que seguirá evaluando la realidad de mercado y tomará las decisiones necesarias para mantener la sostenibilidad de la empresa.
La filial venezolana de gigante químico alemán tenía los problemas operativos y de suministro de materias primas que son comunes en el país. El comunicado de la empresa no es específico sobre las razones que motivan el cierre de su planta, y se limita a hablar una reestructuración del modelo de negocios.
Sin embargo, el secretario general de la Federación Nacional de Sindicatos de Trabajadores de Productos medicinales, cosméticos y perfumería (Fetrameco), Avilio Echenique, declaró a Aporrea que el cierre se produjo efectivamente el pasado 20 de julio, y afecta a aproximadamente 200 trabajadores, quienes recibieron una «cajita feliz» como compensación de despido.
Aunque Echenique, un sindicalista chavista, dice que el cierre fue inconsulto e ilegal, reconoce que la empresa solo estaba fabricando tres productos farmacológicos de los 70 que se podían manufacturar en la planta. El dirigente cuestiona la «lógica de rentabilidad capitalista» del ajuste de protafolio que hizo la empresa, el cual privilegió líneas que, según el gremialista, no se corresponden con las prioridades de la población.
Es posible que el Ministerio del Trabajo intervenga la planta en los próximos días, según pudo conocer Banca y Negocios a última hora, ya que el Fetrameco hizo la solicitud y se espera que los trabajadores se mantengan movilizados alrededor de la fábrica.
La Región Andina de Bayer se encuentra en proceso de revisión, porque recientemente recibió a un nuevo presidente, Mathias Kremer, quien venía de desempeñarse como gerente global de Estrategia y Portafolio.
Según una entrevista que le hizo la revista colombiana Dinero, Kremer señaló que la idea es fortalecer a Colombia como centro productivo, tanto de productos farmacéuticos como agroquímicos. Aunque no hubo referencias a la situación de Venezuela, la empresa está redefiniendo su portafolio para desarrollar nuevas moléculas para medicamentos oncológicos y cardiovasculares.
Así mismo, está la propuesta de duplicar la producción de agroquímicos en Colombia, incluso con fines de exportación. Obviamente, estos planes de expansión no pasan por Venezuela.
El mercado venezolano como operación debe tener un peso casi inmaterial en el balance de Bayer; sin embargo, la corporación está recortando costos y reorganizando operaciones para terminar de asimilar la polémica adquisición de Monsanto, en la que invirtió 63.000 millones de dólares, y que ha generado fuertes erogaciones adicionales por complicaciones con las sinergias y algunos juicios penales.
La empresa ha reducido su facturación; no obstante, en 2018 generó ingresos por 39.600 millones de dólares. Monsanto, uno de los «cocos» de los movimientos ecologistas por sus líneas de cultivos transgénicos, puso en manos de Bayer los problemas con el uso del glisofato, una sustancia con presunto carácter cancerígeno que es la base del herbicida Roundup, que ha ocasionado graves casos judiciales en Estados Unidos y Europa.
Por el equilibrio del mercado petrolero mundial, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), revisará la situación del mercado para el segundo semestre de 2019 y realizará el monitoreo del cumplimiento de la Declaración de Cooperación de Ajuste Voluntario de la Producción Petrolera de los países integrantes de OPEP+ en la 176ta reunión de la Conferencia Ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y el 15to encuentro de los países Opep y No Opep, que se llevará a cabo el 1 y 2 de julio en Viena, Austria.
Así lo aseveró el secretario general de la Opep, Mohammad Barkindo, durante una entrevista exclusiva para el Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Petróleos de Venezuela, (Pdvsa).
El secretario general de la Opep recordó que el mercado petrolero debe verse en contexto y en perspectiva, teniendo en cuenta las decisiones tomadas en la 175ta reunión de la Conferencia Ministerial realizada en Viena, en diciembre de 2018 cuando el mercado estaba sobreabastecido y existía la amenaza de construcción excesiva de inventarios, reseña una nota de prensa del Ministerio para el Petróleo.
“En virtud de esas condiciones del mercado se decidió en diciembre ajustar en 1,2 millones de barriles diarios la producción de los países pertenecientes a OPEP+. 800 mil barriles correspondieron a las naciones Opep y 400 a los países No Opep. Esta decisión, oportunamente tomada, cumple 6 meses de ejecutada justamente la semana que viene cuando se llevará a cabo la 176 reunión de la Conferencia Ministerial de la Opep”, explicó Barkindo.
El mercado se ha ido estabilizando y los niveles de inventarios de crudo han bajado sensiblemente. Indicó Barkindo que los países Opep+ están enfocándose en el cumplimiento estricto de las decisiones de 2018 y así lo están demostrando los niveles de conformidad logrados por los países participantes del acuerdo.
Venezuela, Libia e Irán quedaron exceptuados del cumplimiento de estas decisiones.
“Los niveles de conformidad demuestran el compromiso de las naciones OPEP+ para lograr la sostenibilidad y la estabilidad del mercado petrolero mundial”, aseveró Barkindo.
Por su parte, el Ministro para el petróleo, Manuel Quevedo, presidirá la Conferencia de la Opep, a fin de consolidar las relaciones con el organismo internacional y seguir fijando posición ante las medidas unilaterales y coercitivas promovidas por el gobierno de Donald Trump.
Opep rechaza sanciones
Barkindo informó que aunque se ha logrado un avance hacia la estabilidad del mercado, existe cierta incertidumbre sobre la economía global y su desaceleración debido a las disputas comerciales entre Estados Unidos y países y bloques como China, la Unión Europea, México y Canadá, así como las medidas ilegales que también causan incertidumbres.
El secretario general también se refirió a “las tensiones geopolíticas mundiales, en particular, en el Oriente Medio, en Irán, en Venezuela con las sanciones impuestas desde grandes países productores y exportadores de petróleo”.
“Para nosotros en la Opep, las sanciones impuestas a dos de nuestros fundadores y grandes productores de petróleo para el mercado internacional, son sanciones para todos nosotros, porque si quitas a estos dos países de la ecuación eso afectará a toda la Opep”, dijo.
Resaltó que la Opep enfrenta estas incertidumbres “con la esperanza en cuanto a que el diálogo entre estas naciones contribuya a resolver cualquiera de los temas y diferencias entre ellas”.
En ese sentido, Barkindo expresó que “es un gran honor enviar un saludo al Gobierno y al heroico pueblo de la República Bolivariana de Venezuela conducido por el presidente Constitucional, Nicolás Maduro y su gran liderazgo” al tiempo que destacó el papel del Ministro, Manuel Quevedo, durante este año en la presidencia de la Conferencia Ministerial de la Opep.
Por el equilibrio del mercado petrolero mundial, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), revisará la situación del mercado para el segundo semestre de 2019 y realizará el monitoreo del cumplimiento de la Declaración de Cooperación de Ajuste Voluntario de la Producción Petrolera de los países integrantes de OPEP+ en la 176ta reunión de la Conferencia Ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) y el 15to encuentro de los países Opep y No Opep, que se llevará a cabo el 1 y 2 de julio en Viena, Austria.
Así lo aseveró el secretario general de la Opep, Mohammad Barkindo, durante una entrevista exclusiva para el Ministerio del Poder Popular de Petróleo y Petróleos de Venezuela, (Pdvsa).
El secretario general de la Opep recordó que el mercado petrolero debe verse en contexto y en perspectiva, teniendo en cuenta las decisiones tomadas en la 175ta reunión de la Conferencia Ministerial realizada en Viena, en diciembre de 2018 cuando el mercado estaba sobreabastecido y existía la amenaza de construcción excesiva de inventarios, reseña una nota de prensa del Ministerio para el Petróleo.
“En virtud de esas condiciones del mercado se decidió en diciembre ajustar en 1,2 millones de barriles diarios la producción de los países pertenecientes a OPEP+. 800 mil barriles correspondieron a las naciones Opep y 400 a los países No Opep. Esta decisión, oportunamente tomada, cumple 6 meses de ejecutada justamente la semana que viene cuando se llevará a cabo la 176 reunión de la Conferencia Ministerial de la Opep”, explicó Barkindo.
El mercado se ha ido estabilizando y los niveles de inventarios de crudo han bajado sensiblemente. Indicó Barkindo que los países Opep+ están enfocándose en el cumplimiento estricto de las decisiones de 2018 y así lo están demostrando los niveles de conformidad logrados por los países participantes del acuerdo.
Venezuela, Libia e Irán quedaron exceptuados del cumplimiento de estas decisiones.
“Los niveles de conformidad demuestran el compromiso de las naciones OPEP+ para lograr la sostenibilidad y la estabilidad del mercado petrolero mundial”, aseveró Barkindo.
Por su parte, el Ministro para el petróleo, Manuel Quevedo, presidirá la Conferencia de la Opep, a fin de consolidar las relaciones con el organismo internacional y seguir fijando posición ante las medidas unilaterales y coercitivas promovidas por el gobierno de Donald Trump.
Opep rechaza sanciones
Barkindo informó que aunque se ha logrado un avance hacia la estabilidad del mercado, existe cierta incertidumbre sobre la economía global y su desaceleración debido a las disputas comerciales entre Estados Unidos y países y bloques como China, la Unión Europea, México y Canadá, así como las medidas ilegales que también causan incertidumbres.
El secretario general también se refirió a “las tensiones geopolíticas mundiales, en particular, en el Oriente Medio, en Irán, en Venezuela con las sanciones impuestas desde grandes países productores y exportadores de petróleo”.
“Para nosotros en la Opep, las sanciones impuestas a dos de nuestros fundadores y grandes productores de petróleo para el mercado internacional, son sanciones para todos nosotros, porque si quitas a estos dos países de la ecuación eso afectará a toda la Opep”, dijo.
Resaltó que la Opep enfrenta estas incertidumbres “con la esperanza en cuanto a que el diálogo entre estas naciones contribuya a resolver cualquiera de los temas y diferencias entre ellas”.
En ese sentido, Barkindo expresó que “es un gran honor enviar un saludo al Gobierno y al heroico pueblo de la República Bolivariana de Venezuela conducido por el presidente Constitucional, Nicolás Maduro y su gran liderazgo” al tiempo que destacó el papel del Ministro, Manuel Quevedo, durante este año en la presidencia de la Conferencia Ministerial de la Opep.
Si alguien duda que la economía venezolana renunció al bolívar para abrazar al dólar, solo tiene que visitar Maracaibo, donde el 94% de los comercios realiza nada menos que 96% de sus operaciones en moneda estadounidense; pero eso no es todo, porque el 4% restante se efectúa en euros y pesos colombianos. El bolívar pasó a la historia y la dolarización de facto es casi absoluta.
Estos datos provienen de una encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Maracaibo en las 350 empresas que tiene agremiadas, y que representan más de 80% de la actividad en la capital zuliana.
El 94% de las empresas consultadas realiza operaciones en divisas diariamente, mientras 6% se mantiene fiel al bolívar, pero 92% de las compañías encuestadas señala que todas sus transacciones en bolívares se referencian al tipo de cambio informal o paralelo.
La encuesta de la Cámara de Comercio de Maracaibo señala que 77% de las empresas fueron «persuadidas» por sus proveedores para trabajar con dólares u otras denominaciones extranjeras.
Más de 50% de las transacciones de los comercios maracuchos se realiza con dólares, y un 18% de las compañías consultadas trabaja 100% con divisas. En concreto: 35% efectúa entre 90% y 100% de sus transacciones en dólares; 22% concreta entre 70% y 89% de sus operaciones en divisas; 23% entre 50% y 69%; y 20% 50% o menos.
Las razones por las cuales estos empresarios ya no usan el bolívar como moneda transaccional son variadas, pero muy ilustrativas de cómo las organizaciones están adaptándose a una situación en la cual la hiperinflación destruyó al signo monetario nacional prácticamente por completo.
– 16% intenta proteger el valor de sus activos y patrimonio.
– 14% pretende salvaguardar la capacidad de compra de sus ingresos.
– 12% porque sus clientes prefieren pagar en divisas.
– 7% para asegurarse en lo posible el flujo de caja para reponer inventarios.
– 50% todas las anteriores.
El análisis que hace la Cámara de Comercio de Maracaibo es muy claro: «la desconfianza en el bolívar y su valor inestable en un contexto hiperinflacionario y de contracción económica, condiciona a los empresarios de la ciudad a buscar la manera de proteger el valor de su actividad económica, para garantizar sus beneficios y la continuación de sus operaciones, aprovechando la dolarización de facto de la economía». Más claro, el agua…
El 83% de los comerciantes de la capital zuliana reconoce que adquiere sus divisas en el intrincado mercado paralelo o «informal», como prefiere llamarlo la Cámara de Comercio. En este porcentaje se incluye al 57% de las organizaciones que consigue sus dólares a partir de su propia actividad comercial y de servicios.
El 10% está quemando sus ahorros y trabaja con recursos propios; 4% está liquidando activos y solo 3% dice acudir al mercado formal, ahora representado por las mesas cambiarias de la banca.
Por otra parte, 79% de las compañías encuestadas dijo que remunera parcialmente a sus trabajadores con dólares, mientras 21% paga 100% de la nómina en bolívares. El reporte de la encuesta no aclara si alguna porción de esas compensaciones en moneda nacional tiene como referencia a algún tipo de cambio, pues es llamativo que si 94% de las compañías trabaja con dólares, un porcentaje similar todavía no utilice la divisa estadounidense como medio de pago a sus trabajadores.
El 34% de las empresas maracuchas de comercio y servicios paga al menos 50% de sus remuneraciones laborales en dólares; 26% entre 50% y 69%; 17% entre 70% y 89% y un llamativo 23% entre 90% y 100% de la nómina.
Si alguien duda que la economía venezolana renunció al bolívar para abrazar al dólar, solo tiene que visitar Maracaibo, donde el 94% de los comercios realiza nada menos que 96% de sus operaciones en moneda estadounidense; pero eso no es todo, porque el 4% restante se efectúa en euros y pesos colombianos. El bolívar pasó a la historia y la dolarización de facto es casi absoluta.
Estos datos provienen de una encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Maracaibo en las 350 empresas que tiene agremiadas, y que representan más de 80% de la actividad en la capital zuliana.
El 94% de las empresas consultadas realiza operaciones en divisas diariamente, mientras 6% se mantiene fiel al bolívar, pero 92% de las compañías encuestadas señala que todas sus transacciones en bolívares se referencian al tipo de cambio informal o paralelo.
La encuesta de la Cámara de Comercio de Maracaibo señala que 77% de las empresas fueron «persuadidas» por sus proveedores para trabajar con dólares u otras denominaciones extranjeras.
Más de 50% de las transacciones de los comercios maracuchos se realiza con dólares, y un 18% de las compañías consultadas trabaja 100% con divisas. En concreto: 35% efectúa entre 90% y 100% de sus transacciones en dólares; 22% concreta entre 70% y 89% de sus operaciones en divisas; 23% entre 50% y 69%; y 20% 50% o menos.
Las razones por las cuales estos empresarios ya no usan el bolívar como moneda transaccional son variadas, pero muy ilustrativas de cómo las organizaciones están adaptándose a una situación en la cual la hiperinflación destruyó al signo monetario nacional prácticamente por completo.
– 16% intenta proteger el valor de sus activos y patrimonio.
– 14% pretende salvaguardar la capacidad de compra de sus ingresos.
– 12% porque sus clientes prefieren pagar en divisas.
– 7% para asegurarse en lo posible el flujo de caja para reponer inventarios.
– 50% todas las anteriores.
El análisis que hace la Cámara de Comercio de Maracaibo es muy claro: «la desconfianza en el bolívar y su valor inestable en un contexto hiperinflacionario y de contracción económica, condiciona a los empresarios de la ciudad a buscar la manera de proteger el valor de su actividad económica, para garantizar sus beneficios y la continuación de sus operaciones, aprovechando la dolarización de facto de la economía». Más claro, el agua…
El 83% de los comerciantes de la capital zuliana reconoce que adquiere sus divisas en el intrincado mercado paralelo o «informal», como prefiere llamarlo la Cámara de Comercio. En este porcentaje se incluye al 57% de las organizaciones que consigue sus dólares a partir de su propia actividad comercial y de servicios.
El 10% está quemando sus ahorros y trabaja con recursos propios; 4% está liquidando activos y solo 3% dice acudir al mercado formal, ahora representado por las mesas cambiarias de la banca.
Por otra parte, 79% de las compañías encuestadas dijo que remunera parcialmente a sus trabajadores con dólares, mientras 21% paga 100% de la nómina en bolívares. El reporte de la encuesta no aclara si alguna porción de esas compensaciones en moneda nacional tiene como referencia a algún tipo de cambio, pues es llamativo que si 94% de las compañías trabaja con dólares, un porcentaje similar todavía no utilice la divisa estadounidense como medio de pago a sus trabajadores.
El 34% de las empresas maracuchas de comercio y servicios paga al menos 50% de sus remuneraciones laborales en dólares; 26% entre 50% y 69%; 17% entre 70% y 89% y un llamativo 23% entre 90% y 100% de la nómina.