El problema de la MUD no es de organización sino de estrategia política21/02/2017

“La gente que pusieron es muy calificada, pero el problema de la Mesa de la Unidad Democrática no es de organización, sino de estrategia; es un problema político”, indicó Carlos Raúl Hernández, sociólogo y profesor universitario. “Parece que se ha quedado sin respuesta ante el gobierno y no consiguen hilar una estrategia adecuada que les permita remar en la misma dirección”, dijo.

Hernández señaló que mientras no se revise la estrategia pueden hacer lo que quieran y no lograrán resultados. “Tienen que hacer un balance de lo que se ha hecho; ver cuáles han sido los errores y potenciar las cosas buenas, todo en función de que vayan en una misma dirección”.

A su entender lo que parece más viable es concentrar esfuerzos en las elecciones regionales. “Todos deben estar en sintonía. Lo que está sucediendo en la calle es muestra de que no hay acuerdos; cada quien está halando por su lado”.

Pedro Urruchurtu, politólogo, tiene la sensación de que no hay un cambio sustancial en la reestructuración propuesta. “No hay reorientación en lo estratégico y ese es el gran problema. Nada tendrá éxito si no se discute la estrategia. No es un tema ni siquiera de cuántos votos tiene cada partido para decidir tal o cual cosa”.

Advirtió que la gente quiere ser escuchada, pero que hay desgaste. “La gente no siente confianza porque ve que no hay claridad. El liderazgo da señales ambiguas y por eso el ciudadano le pasa factura”. Cree que en la vinculación a la sociedad civil faltaron sectores. “No queda claro tampoco cómo va a ser la participación ni cómo van a funcionar los mecanismos de consulta”.

Adaptarse a la nueva situación. El viernes 17 fue anunciada la reestructuración de la MUD. La instancia de dirección pasó al Comité Operativo Político formado por 9 partidos: AD, UNT, Voluntad Popular, Primero Justicia, La Causa R, Movimiento Progresista Venezolano, Avanzada Progresista, ABP y Vente Venezuela. El organismo fundamental de consulta será el Congreso de la Sociedad Democrática, en el cual participarán todas las organizaciones políticas, los movimientos políticos y todas las organizaciones que lo consideren o sean invitadas.

La Secretaría Ejecutiva migró a un diseño colectivo: el coordinador general será José Luis Cartaya, actual subsecretario de la Asamblea Nacional, quien tendrá a su cargo tres equipos de apoyo: uno técnico, dirigido por Roberto Picón; otro político, liderado por Ángel Oropeza, doctor en Ciencias Políticas y profesor universitario, y uno social, dirigido por Alfredo Padilla, director de la Asociación de Trabajadores, Emprendedores y Microempresas, y Tinedo Guía, presidente del Colegio Nacional de Periodistas.

Ángel Oropeza, coordinador del equipo político, especificó en el programa radial de César Miguel Rondón que la reestructuración es un intento de adaptarse a la nueva situación social. “Ya no es suficiente una alianza político electoral, sino que hace falta una alianza política de partidos y país para lograr que el cambio se canalice por las vías más democráticas”.

Aseguró que la gente gerencia su supervivencia. “Eso es parte del problema. Por eso la desatención de lo político”. Subrayó que hay una inmensa confusión. “No ve cuál es la hoja de ruta lo que puede entrañar el peligro de cierta resignación, lo que es un gran riesgo. Tenemos un país muy convulso, pero muy confuso. Eso es parte del reto de la mesa”.

Afirmó que en la oposición hay inmensas coincidencias. “La MUD lo que quiere es tratar de responder mejor y será la gente la que nos vaya diciendo hacia dónde apuntar”. Especificó que la ciudadanía está en la calle y pide direccionalidad política. “Uno de los retos de la unidad es ayudar a que haya comunicación entre los diferentes sectores organizados de la sociedad para potenciar su acción”.

Para Alfredo Padilla, coordinador del equipo de apoyo social, es prioritario que los venezolanos procuren acuerdos. “Necesitamos que los venezolanos recuperen la capacidad de reconciliarse por sus derechos comunes y que haya diálogo social, que es distinto al diálogo político. Si descubrimos los puntos comunes en el barrio, en la asociación, en el sindicato, vamos a poder trabajar y hacer eficaz el empeño que el gobierno cumpla con su deber”.