Los inversores contarán esta semana con menos datos macroeconómicos para poder orientarse en medio de la crisis desatada por la expansión del coronavirus, ya que se celebra la Semana Santa, aunque estarán muy pendientes de la reunión telemática que tienen previsto mantener en los próximos días los socios de la OPEP y otros países productores de petróleo.
De hecho, la posibilidad de un acuerdo para reducir la producción de crudo ha dado aire a los mercados bursátiles en las últimas jornadas y ha compensado en parte el impacto negativo que los pésimos datos de empleo en EE.UU- y el desplome del sector servicios en Europa ha tenido en los inversores.
La próxima semana se conocerán los datos de producción industrial de dos grandes economías, Alemania y Reino Unido, pero correspondientes a febrero, antes de que se tomaran las medidas más duras de confinamiento.
Más interés tendrá, el jueves, la publicación de las actas de la última reunión del Banco Central Europeo (BCE), que arrojarán luz sobre cómo ve la evolución de la crisis.
En EE.UU., los inversores estarán atentos a las solicitudes semanales de subsidios de desempleo, que han sido muy elevadas en las dos últimas semanas, y se conocerán también las actas de la última reunión de la Reserva Federal.
Al margen de los datos económicos, los inversores prestarán atención a la evolución del número de contagiados por coronavirus en el mundo, en especial en EE.UU., que puede convertirse en el epicentro de la pandemia.
Según José Luis Herrera, analista independiente, «en el entorno en el que estamos viviendo, los datos macro dejan de tener tanto sentido como en un entorno de plena actividad y nos tendremos que seguir centrando en si el número de contagiados por coronavirus va a ir remitiendo«.
Stefan Scheurer, de Allianz Global Investors, considera que en las próximas semanas los mercados seguirán oscilando «entre la esperanza y el temor», y que «la incertidumbre nos seguirá acompañando».
Fuente: Banca y Negocios
Los inversores contarán esta semana con menos datos macroeconómicos para poder orientarse en medio de la crisis desatada por la expansión del coronavirus, ya que se celebra la Semana Santa, aunque estarán muy pendientes de la reunión telemática que tienen previsto mantener en los próximos días los socios de la OPEP y otros países productores de petróleo.
De hecho, la posibilidad de un acuerdo para reducir la producción de crudo ha dado aire a los mercados bursátiles en las últimas jornadas y ha compensado en parte el impacto negativo que los pésimos datos de empleo en EE.UU- y el desplome del sector servicios en Europa ha tenido en los inversores.
La próxima semana se conocerán los datos de producción industrial de dos grandes economías, Alemania y Reino Unido, pero correspondientes a febrero, antes de que se tomaran las medidas más duras de confinamiento.
Más interés tendrá, el jueves, la publicación de las actas de la última reunión del Banco Central Europeo (BCE), que arrojarán luz sobre cómo ve la evolución de la crisis.
En EE.UU., los inversores estarán atentos a las solicitudes semanales de subsidios de desempleo, que han sido muy elevadas en las dos últimas semanas, y se conocerán también las actas de la última reunión de la Reserva Federal.
Al margen de los datos económicos, los inversores prestarán atención a la evolución del número de contagiados por coronavirus en el mundo, en especial en EE.UU., que puede convertirse en el epicentro de la pandemia.
Según José Luis Herrera, analista independiente, «en el entorno en el que estamos viviendo, los datos macro dejan de tener tanto sentido como en un entorno de plena actividad y nos tendremos que seguir centrando en si el número de contagiados por coronavirus va a ir remitiendo«.
Stefan Scheurer, de Allianz Global Investors, considera que en las próximas semanas los mercados seguirán oscilando «entre la esperanza y el temor», y que «la incertidumbre nos seguirá acompañando».
Fuente: Banca y Negocios
El Vicepresidente Sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura, Jorge Rodríguez, informó que el 2 de abril el Sistema de Naciones Unidas (ONU), publicó su informe periódico en donde resaltan como positivas las acciones realizadas por Venezuela, para combatir el Coronavirus incluyendo las medidas tomadas para la disposición de camas suficientes para los pacientes con casos confirmados.
Una de esas medidas es el Sistema Patria, en el cual se reportan al día de hoy, 17.134.230 que han respondido la encuesta de Prevención de Covid-19, dónde 11.877 que han reportado algunos síntomas y más de 14 mil personas del área de la salud se han desplegado para visitar a 92.237 ciudadanos.
Sobre la administración de las pruebas PCR, Rodríguez afirmó, «Venezuela ha hecho 1.227 pruebas por millón de habitantes, lo cual lo convierte en el país de Latinoamérica que más pruebas ha realizado».
De esta manera queda evidenciado que Venezuela ha realizado 140% más pruebas por millón de habitantes que Chile, 206% más pruebas que Ecuador, 330% más pruebas que Colombia, 1.023% más pruebas que Perú y 1.442% más que Brasil.
Asimismo, el Vicepresidente sectorial de Comunicación, explicó que la curva se está aplanando porque se ha respetado las medidas de la cuarentena, se han desinfectado distintos lugares del país y porque se ha atacado a tiempo a las personas positivas por Covid-19, pero más importante aún por la conciencia del pueblo que se ha quedado en casa protegiendo a sus familias.
«La cuarentena sigue siendo la medida más efectiva para evitar el contagio», dijo.
El Vicepresidente Sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura, Jorge Rodríguez, informó que en las últimas 24 horas se reportó la aparición de dos nuevos casos provenientes del estado Nueva Esparta.
Señaló que la cifra asciende a 155 casos en país, de los cuales 52 han sido totalmente recuperados, 31 en aislamiento domiciliario, 32 en CDI, 20 en hospitales, 13 en clínicas privadas y 7 fallecidos.
Por último, Rodríguez anunció que ya están listas las dos máquinas para diagnosticar Covid-19 que el presidente Nicolás Maduro va a donar a Colombia, lo que se realizará a través de la Organización Panamericana de La Salud (OPS), solo se espera los permisos para su traslado.
Fuente: MPPEF
El Vicepresidente Sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura, Jorge Rodríguez, informó que el 2 de abril el Sistema de Naciones Unidas (ONU), publicó su informe periódico en donde resaltan como positivas las acciones realizadas por Venezuela, para combatir el Coronavirus incluyendo las medidas tomadas para la disposición de camas suficientes para los pacientes con casos confirmados.
Una de esas medidas es el Sistema Patria, en el cual se reportan al día de hoy, 17.134.230 que han respondido la encuesta de Prevención de Covid-19, dónde 11.877 que han reportado algunos síntomas y más de 14 mil personas del área de la salud se han desplegado para visitar a 92.237 ciudadanos.
Sobre la administración de las pruebas PCR, Rodríguez afirmó, «Venezuela ha hecho 1.227 pruebas por millón de habitantes, lo cual lo convierte en el país de Latinoamérica que más pruebas ha realizado».
De esta manera queda evidenciado que Venezuela ha realizado 140% más pruebas por millón de habitantes que Chile, 206% más pruebas que Ecuador, 330% más pruebas que Colombia, 1.023% más pruebas que Perú y 1.442% más que Brasil.
Asimismo, el Vicepresidente sectorial de Comunicación, explicó que la curva se está aplanando porque se ha respetado las medidas de la cuarentena, se han desinfectado distintos lugares del país y porque se ha atacado a tiempo a las personas positivas por Covid-19, pero más importante aún por la conciencia del pueblo que se ha quedado en casa protegiendo a sus familias.
«La cuarentena sigue siendo la medida más efectiva para evitar el contagio», dijo.
El Vicepresidente Sectorial de Comunicación, Turismo y Cultura, Jorge Rodríguez, informó que en las últimas 24 horas se reportó la aparición de dos nuevos casos provenientes del estado Nueva Esparta.
Señaló que la cifra asciende a 155 casos en país, de los cuales 52 han sido totalmente recuperados, 31 en aislamiento domiciliario, 32 en CDI, 20 en hospitales, 13 en clínicas privadas y 7 fallecidos.
Por último, Rodríguez anunció que ya están listas las dos máquinas para diagnosticar Covid-19 que el presidente Nicolás Maduro va a donar a Colombia, lo que se realizará a través de la Organización Panamericana de La Salud (OPS), solo se espera los permisos para su traslado.
Fuente: MPPEF
El Gobierno de Estados Unidos investiga un reciente acuerdo entre dos desconocidas empresas mexicanas y Pdvsa por si le está sirviendo a Nicolás Maduro para sortear el duro régimen de sanciones aprobado el año pasado, indica una nota del medio español ABC.
En virtud de ese acuerdo, alcanzado a finales del año pasado, dos compañías radicadas en México y sin apenas experiencia en el sector petrolífero van a adquirir un total de 15 millones de toneladas de crudo de Pdvsa a cambio de 210.000 toneladas de maíz y 1.000 tanques de agua potable.
Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo la semana pasada a ABC que para EE.UU «está claro que las actividades de esas dos empresas son sancionables». «No hay duda de que están prestando apoyo material al régimen de Maduro, y eso desde luego es motivo de sanciones», dijo ese alto funcionario, quien de hecho reveló que ya ha requerido información al gobierno de México sobre ambas compañías.
Los abogados de las dos firmas, Libre Abordo S.A. y Schlager Business Group, mantienen que ese trato no viola las sanciones de EE.UU. porque no hay una transacción monetaria, sino que se entrega petróleo por material de primera necesidad.
Ambas empresas son relativamente nuevas y están conectadas entre ellas. Una de la copropietarias de Libre Abordo, Verónica Esparza García, es gerente de Schlager. De momento, Libre Abordo ya ha extraído como mínimo 13 cargamentos en petroleros desde Venezuela. Ambas revenden el crudo.
Como hacía Rosneft, las dos compañías mexicanas mantienen a Asia como su mercado principal. El carguero Perfect ha llevado crudo venezolano distribuido por Libre Abordo a Malasia y Singapur. Esta empresa utiliza además el buque Lion King.
Por su parte, Schlager también hará rutas similares con los petroleros Euroforce, Afra Laurel e Icaria. Lo único que ha dicho la empresa Libre Abordo por comunicados con los medios es que ni distribuye el petróleo venezolano por medio de casas de comercio ni lo entrega a Rosneft.
Fuente: Banca y Negocios
El Gobierno de Estados Unidos investiga un reciente acuerdo entre dos desconocidas empresas mexicanas y Pdvsa por si le está sirviendo a Nicolás Maduro para sortear el duro régimen de sanciones aprobado el año pasado, indica una nota del medio español ABC.
En virtud de ese acuerdo, alcanzado a finales del año pasado, dos compañías radicadas en México y sin apenas experiencia en el sector petrolífero van a adquirir un total de 15 millones de toneladas de crudo de Pdvsa a cambio de 210.000 toneladas de maíz y 1.000 tanques de agua potable.
Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo la semana pasada a ABC que para EE.UU «está claro que las actividades de esas dos empresas son sancionables». «No hay duda de que están prestando apoyo material al régimen de Maduro, y eso desde luego es motivo de sanciones», dijo ese alto funcionario, quien de hecho reveló que ya ha requerido información al gobierno de México sobre ambas compañías.
Los abogados de las dos firmas, Libre Abordo S.A. y Schlager Business Group, mantienen que ese trato no viola las sanciones de EE.UU. porque no hay una transacción monetaria, sino que se entrega petróleo por material de primera necesidad.
Ambas empresas son relativamente nuevas y están conectadas entre ellas. Una de la copropietarias de Libre Abordo, Verónica Esparza García, es gerente de Schlager. De momento, Libre Abordo ya ha extraído como mínimo 13 cargamentos en petroleros desde Venezuela. Ambas revenden el crudo.
Como hacía Rosneft, las dos compañías mexicanas mantienen a Asia como su mercado principal. El carguero Perfect ha llevado crudo venezolano distribuido por Libre Abordo a Malasia y Singapur. Esta empresa utiliza además el buque Lion King.
Por su parte, Schlager también hará rutas similares con los petroleros Euroforce, Afra Laurel e Icaria. Lo único que ha dicho la empresa Libre Abordo por comunicados con los medios es que ni distribuye el petróleo venezolano por medio de casas de comercio ni lo entrega a Rosneft.
Fuente: Banca y Negocios
La emergencia generada por la llegada del coronavirus al país ha afectado la economía de 85,75% de los venezolanos. El estudio corresponde a la Encuesta Covid-19, desarrollada por la Comisión de expertos de la salud para hacer frente a la pandemia.
El gráfico, de fecha 2 de abril, señala que 12,08% de la población tiene la disponibilidad económica para cubrir los gastos entre una semana y un mes, mientras que solo 2,17% dispone para más de un mes.
La encuesta, publicada por el Centro de Comunicación Nacional, indicó que las interrupciones o las fallas en el servicio eléctrico se ubicaron en 91%. Únicamente 6,82% contó con el suministro regular. (nyicff.org)
En la distribución de agua potable, 74,52% de la población tuvo suministro de manera irregular; 17,47% presentó ausencia del servicio desde hace más de siete días, y 8,01% tuvo agua continua y limpia.
Los datos también indicaron que solo 1,52% en el transporte público prestó servicio de manera eficiente y accesible. Las fallas se ubicaron en 51,04% y se registró ausencia de 44,31%.
En 83,68% de los comercios hubo irregularidades en el funcionamiento o en el suministro de alimentos y productos. En el suministro de gasolina, 81,91% de la población presenció ausencia y solo 0,28% pudo tener acceso.
Fuente: El Nacional
La emergencia generada por la llegada del coronavirus al país ha afectado la economía de 85,75% de los venezolanos. El estudio corresponde a la Encuesta Covid-19, desarrollada por la Comisión de expertos de la salud para hacer frente a la pandemia.
El gráfico, de fecha 2 de abril, señala que 12,08% de la población tiene la disponibilidad económica para cubrir los gastos entre una semana y un mes, mientras que solo 2,17% dispone para más de un mes.
La encuesta, publicada por el Centro de Comunicación Nacional, indicó que las interrupciones o las fallas en el servicio eléctrico se ubicaron en 91%. Únicamente 6,82% contó con el suministro regular. (nyicff.org)
En la distribución de agua potable, 74,52% de la población tuvo suministro de manera irregular; 17,47% presentó ausencia del servicio desde hace más de siete días, y 8,01% tuvo agua continua y limpia.
Los datos también indicaron que solo 1,52% en el transporte público prestó servicio de manera eficiente y accesible. Las fallas se ubicaron en 51,04% y se registró ausencia de 44,31%.
En 83,68% de los comercios hubo irregularidades en el funcionamiento o en el suministro de alimentos y productos. En el suministro de gasolina, 81,91% de la población presenció ausencia y solo 0,28% pudo tener acceso.
Fuente: El Nacional
El coronavirus es un hecho en Venezuela; la cuarentena, una orden central que la crisis preexistente en el país hace más vulnerables a los ciudadanos. Una certeza, la manera de afrontar esta coyuntura; una duda para los venezolanos, sobre todo en el aspecto económico.
Salir a la calle a riesgo, esperar que no se prolongue aún más el confinamiento domiciliario, rogar que no se acaben los ahorros antes que el confinamiento domiciliario y sufrir la descapitalización paulatina en la coyuntura son algunos de los escenarios.
La crisis generada por la pandemia del coronavirus no distingue entre personas, aunque sí afecta más a unas que a otras.
«Me ha tocado volver salir a cargar pasajeros, ‘ruleta’ como dice uno. Cosa que no hacía desde hace un año por el problema de la inseguridad y que compensaba con mi trabajo de transporte privado, pero con la cuarentena las empresas están paradas y la línea es el poquito trabajo que me queda», dijo Heriberto Hernández, transportista.
Hernández explicó que la situación del país lo ha llevado, como a muchos otros venezolanos, a vivir al día.
«Es bastante difícil para las personas que trabajamos el día a día. Lo que uno trabaja diariamente es lo que gasta y no tenemos la capacidad de ahorro. Siempre estando en la calle es donde tenemos la oportunidad de conseguir dinero; por lo que quedarme en la casa no es una opción«, dijo.
Justificó que debe contribuir con su esposa en los gastos de la casa y ayudar con las compras a sus padres.
El conductor precisó que en la temporada de cuarentena la movilización de pasajeros se contrajo 80%, razón por la que solo tiene un cupo semanal en la línea para la que trabaja y en la que puede hacer máximo tres viajes por la falta de usuarios.
«Hasta los momentos me he quedado en casa porque algo pude planificar con mi esposo. Tratamos de comprar lo que más pudimos de comida. Además que nos han caído los bonos Quédate en casa y nos llegó la caja. Espero que esto nos alcance para tres semanas», dijo Saida Amaro, que vende café en Cabudare, estado Lara, y tiene una cantina en el estadio.
Amaro aseguró que si pasan más de tres semanas y continúa la cuarentena se verá en la obligación de arriesgarse a salir de su casa a vender café. «Lo último que uno quiere es enfermarse o contagiar a los niños, que tengo dos. Pero si toca, toca. Tomando todas las medidas de precaución, por supuesto», expresó.
Indicó que por parte del estadio, al estar suspendidos los partidos también lo están sus ventas. Pero guarda la esperanza de que esta situación no se tarde tanto.
Moisés Castellanos es profesor de idiomas y expresó que esta pandemia le ha cortado los ingresos. «Las clases particulares siempre han sido una especie de ruleta porque puedes tener muchos estudiantes y de un momento a otro varios se pueden ir. Yo estaba acostumbrado a eso y ahorraba en función de que eso ppodría pasar, pero esta vez fue muy drástico. En el último mes me estaba yendo bien y de un día para otro ya no tenía estudiantes«, relató.
Añadió que lo que más le afecta es la incertidumbre de cuándo podrá retomar sus clases, puesto que no descarta que este confinamiento se extienda por mucho más tiempo. Aunque su trabajo se puede llevar a plataformas online, el servicio deficiente de Internet en Venezuela le limita la posibilidad de ejercer de esa manera.
Castellanos calcula que sus ahorros le ayuden a sostenerse y contribuir a su casa un mes, pero afirmó que desde ya está buscando proyectos freelance a los cuales aplicar para percibir algo de dinero sin tener que salir de su casa, opción que descarta debido a la vulnerabilidad de las personas con las que vive.
Vladimir Carrasco, abogado y profesor universitario, dijo que la parte más difícil es sufrir la descapitalización de los ahorros que pretendía dirigir a otros proyectos.
«La comida y la salud son lo primero; he ordenado a domicilio el mercado y contribuyo a la casa de mis papás y mis abuelos. Pero hemos gastado mucho más que en condiciones normales porque siempre está la duda de si la situación puede tornar a peor o si se llega a un escenario de caos social», explicó.
El profesor señaló que desde que se ordenó la cuarentena el escritorio jurídico para el que trabajaba cerró y por ello se ha dedicado a la parte académica.
«Mi ejercicio como abogado está limitado desde el aspecto de que las personas no están requiriendo servicios de consultoría, por ejemplo, hasta que las instituciones públicas como tribunales, registros y demás están cerrados. Por otra parte, la Academia me ha brindado opciones que hago por vocación».
Carrasco reconoce que aunque está en una posición privilegiada, la crisis no deja de afectarlo.
Espera que el país pueda volver pronto a la normalidad para que no haya consecuencias más graves, ya no a razón del coronavirus sino de los embates económicos que podría dejar la pandemia sobre los sectores más vulnerables.
Fuente: El Nacional
El coronavirus es un hecho en Venezuela; la cuarentena, una orden central que la crisis preexistente en el país hace más vulnerables a los ciudadanos. Una certeza, la manera de afrontar esta coyuntura; una duda para los venezolanos, sobre todo en el aspecto económico.
Salir a la calle a riesgo, esperar que no se prolongue aún más el confinamiento domiciliario, rogar que no se acaben los ahorros antes que el confinamiento domiciliario y sufrir la descapitalización paulatina en la coyuntura son algunos de los escenarios.
La crisis generada por la pandemia del coronavirus no distingue entre personas, aunque sí afecta más a unas que a otras.
«Me ha tocado volver salir a cargar pasajeros, ‘ruleta’ como dice uno. Cosa que no hacía desde hace un año por el problema de la inseguridad y que compensaba con mi trabajo de transporte privado, pero con la cuarentena las empresas están paradas y la línea es el poquito trabajo que me queda», dijo Heriberto Hernández, transportista.
Hernández explicó que la situación del país lo ha llevado, como a muchos otros venezolanos, a vivir al día.
«Es bastante difícil para las personas que trabajamos el día a día. Lo que uno trabaja diariamente es lo que gasta y no tenemos la capacidad de ahorro. Siempre estando en la calle es donde tenemos la oportunidad de conseguir dinero; por lo que quedarme en la casa no es una opción«, dijo.
Justificó que debe contribuir con su esposa en los gastos de la casa y ayudar con las compras a sus padres.
El conductor precisó que en la temporada de cuarentena la movilización de pasajeros se contrajo 80%, razón por la que solo tiene un cupo semanal en la línea para la que trabaja y en la que puede hacer máximo tres viajes por la falta de usuarios.
«Hasta los momentos me he quedado en casa porque algo pude planificar con mi esposo. Tratamos de comprar lo que más pudimos de comida. Además que nos han caído los bonos Quédate en casa y nos llegó la caja. Espero que esto nos alcance para tres semanas», dijo Saida Amaro, que vende café en Cabudare, estado Lara, y tiene una cantina en el estadio.
Amaro aseguró que si pasan más de tres semanas y continúa la cuarentena se verá en la obligación de arriesgarse a salir de su casa a vender café. «Lo último que uno quiere es enfermarse o contagiar a los niños, que tengo dos. Pero si toca, toca. Tomando todas las medidas de precaución, por supuesto», expresó.
Indicó que por parte del estadio, al estar suspendidos los partidos también lo están sus ventas. Pero guarda la esperanza de que esta situación no se tarde tanto.
Moisés Castellanos es profesor de idiomas y expresó que esta pandemia le ha cortado los ingresos. «Las clases particulares siempre han sido una especie de ruleta porque puedes tener muchos estudiantes y de un momento a otro varios se pueden ir. Yo estaba acostumbrado a eso y ahorraba en función de que eso ppodría pasar, pero esta vez fue muy drástico. En el último mes me estaba yendo bien y de un día para otro ya no tenía estudiantes«, relató.
Añadió que lo que más le afecta es la incertidumbre de cuándo podrá retomar sus clases, puesto que no descarta que este confinamiento se extienda por mucho más tiempo. Aunque su trabajo se puede llevar a plataformas online, el servicio deficiente de Internet en Venezuela le limita la posibilidad de ejercer de esa manera.
Castellanos calcula que sus ahorros le ayuden a sostenerse y contribuir a su casa un mes, pero afirmó que desde ya está buscando proyectos freelance a los cuales aplicar para percibir algo de dinero sin tener que salir de su casa, opción que descarta debido a la vulnerabilidad de las personas con las que vive.
Vladimir Carrasco, abogado y profesor universitario, dijo que la parte más difícil es sufrir la descapitalización de los ahorros que pretendía dirigir a otros proyectos.
«La comida y la salud son lo primero; he ordenado a domicilio el mercado y contribuyo a la casa de mis papás y mis abuelos. Pero hemos gastado mucho más que en condiciones normales porque siempre está la duda de si la situación puede tornar a peor o si se llega a un escenario de caos social», explicó.
El profesor señaló que desde que se ordenó la cuarentena el escritorio jurídico para el que trabajaba cerró y por ello se ha dedicado a la parte académica.
«Mi ejercicio como abogado está limitado desde el aspecto de que las personas no están requiriendo servicios de consultoría, por ejemplo, hasta que las instituciones públicas como tribunales, registros y demás están cerrados. Por otra parte, la Academia me ha brindado opciones que hago por vocación».
Carrasco reconoce que aunque está en una posición privilegiada, la crisis no deja de afectarlo.
Espera que el país pueda volver pronto a la normalidad para que no haya consecuencias más graves, ya no a razón del coronavirus sino de los embates económicos que podría dejar la pandemia sobre los sectores más vulnerables.
Fuente: El Nacional
La doctora María Neira es la directora del Programa de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud y una convencida defensora de la sanidad pública universal.
En una entrevista con Noticias ONU, explica las debilidades y desigualdades que la pandemia del coronavirus COVID-19 ha dejado al descubierto. También comenta las principales lecciones sobre las que tenemos que reflexionar, entre ellas que la inversión en sanidad nunca es motivo de arrepentimiento.
Desde hacía tiempo, la Organización Mundial de la Salud advertía de la posibilidad de una pandemia como la que estamos viviendo. Sin embargo, pese a esos avisos, el COVID-19 nos ha puesto delante de una realidad: la de que nuestros sistemas sanitarios no están preparados para hacer frente a este desafío.
Es una pregunta sobre la que tendremos que reflexionar mucho y espero que saquemos muchas lecciones también después de esta crisis tan excepcional, tan sin precedentes y tan histórica.
Es cierto que hemos tenido muchas llamadas de atención sobre salud pública. Hemos tenido el SARS, hemos tenido el H1N1, donde se reaccionó, se alertó y se avanzó mucho con el Reglamento Sanitario Internacional y hay que reconocer que eso fue un gran paso adelante.
Pero, después creo que volvimos a perder un poco esa sensación de inminencia, esa sensación de vulnerabilidad y otra vez volvimos a nuestra vida, y se
prepararon ciertos países para un cierto tipo de emergencias, pero nunca la preparación fue al nivel de poder responder a una pandemia como la que tenemos ahora.
Sobre todo, algo que todos hemos olvidado es que la inversión en salud pública y en sistemas sanitarios es una inversión de la que no hay que arrepentirse, pase lo que pase, haya o no haya una epidemia, haya o no haya una alerta, siempre va a ser una inversión sin arrepentimiento, siempre va a ser una inversión rentable. Y creo que la inversión en prevención primaria, en prepararse para que no haya los factores de riesgo que tenemos alrededor de nosotros, tendría que ser también una prioridad absoluta. Veremos, después de esto, si efectivamente hemos aprendido las lecciones y reforzamos nuestros sistemas sanitarios y los blindamos lo más posible. (www.capitalfoodservices.com)
Irónicamente, si se me permite la expresión, esta pandemia está poniendo de rodillas a los países a los que se considera que tienen los sistemas sanitarios más fuertes y apreciados, como lo países europeos, los países ricos, y ahora ya se está desplazándose el epicentro a Estados Unidos… Son países que ahora mismo están sintiendo la pandemia de forma muy dura en sus sistemas sanitarios (…) En los países del hemisferio sur y en países con sistemas sanitarios mucho más débiles, ahí vamos a ver efectivamente el impacto mucho mayor.
Con lo cual va a haber que reflexionar sobre qué porcentaje del PIB de un país tiene que destinarse a su sistema sanitario y a dar protección a la salud de sus ciudadanos, y a dónde va la prioridad de los presupuestos en cada país.
Van a notarse muchísimo las desigualdades sobre todo en esos países donde no hay una cobertura sanitaria universal, donde la salud privada juega un papel muy importante; ahí se va a notar de forma brutal sin ninguna duda.
Esa es una pregunta que nunca hay que hacerle a un convencido de la salud pública universal, porque nunca va a encontrar ese límite, ese porcentaje adecuado, y siempre va a apuntar a un número muy, muy alto. Pero si es cierto que, incluso en aquellos países en los que el gasto en sanidad es aceptable en este momento o en los que tienen un sistema sanitario entre los mejores del mundo, incluso aunque doblaran el porcentaje de su PIB para invertir en salud, todavía esa inversión ni siquiera seria probablemente la adecuada.
Como digo, de todas maneras, sería una inversión sin ningún tipo de remordimiento. Son inversiones que funcionan. Invertir en educación y en salud siempre tienen un retorno positivo, siempre. Y, además, muy importante: de 1 a 10 por lo menos (por cada dólar de inversión se recuperan diez). Por lo tanto, es fundamental que al menos los países doblen el porcentaje del PIB que ahora dedican a su salud. Algunos países van a tener que hacer mucho más que eso, porque tienen un porcentaje importante de la población que no tienen ningún tipo de cobertura sanitaria.
Aparte del argumento de la equidad, aparte del argumento de que es una buena inversión, aparte del argumento de que la cobertura sanitaria es un derecho universal, hay otro argumento para los países a los que no les convenzan esos argumentos que es muy poderoso: el argumento económico.
Un país que no da cobertura sanitaria universal puede encontrarse con grandísimas dificultades económicas, en el desarrollo económico, en el éxito económico y creo que esta pandemia nos lo va a demostrar. Si realmente va a haber un porcentaje de ciudadanos que no tiene acceso, desde el punto de vista económico, si ese es el argumento que más peso político tienen algunos gobernantes, van a ver que el no invertir en sanidad tiene una incidencia muy negativa en la economía y en el desarrollo socioeconómico del país. Creo que ese sería el último argumento, pero desde luego puede que en algunos países sea el más fuerte y el que más convenza.
Primero de todo, decirle a la gente que vamos a salir de esta y vamos a salir bien y que las sociedades están demostrando que quieren proteger a sus mayores, que no hay duda sobre eso. Una sociedad que no protege a sus mayores, es una sociedad que necesita replantearse toda su ética y las bases de su civilización y de su progreso. Ese sería un mensaje, que vamos a salir sin ninguna duda.
Luego, efectivamente, intentar pensar que estamos viviendo un momento histórico y qué podemos sacar de este momento histórico en términos de qué vamos a aprender, qué vamos a hacer mejor, cómo va a reforzar los lazos con nuestras familias y cómo vamos a valorar lo positivo.
Todo esto tiene una parte muy fea, feísima, dolorosísima, económicamente tremenda, demoledora para muchísima gente, con consecuencias socioeconómicas que van a durar mucho tiempo, pero si somos capaces de adaptarnos, y dicen que la inteligencia es la capacidad de adaptarse, si somos una sociedad inteligente, cohesionada y solidaria, intentaremos dejar atrás lo antes posible la parte mala de todo esto, que la tiene, y quedarnos solo con la buena.
Fuente: Noticias ONU
La doctora María Neira es la directora del Programa de Salud Pública y Medio Ambiente de la Organización Mundial de la Salud y una convencida defensora de la sanidad pública universal.
En una entrevista con Noticias ONU, explica las debilidades y desigualdades que la pandemia del coronavirus COVID-19 ha dejado al descubierto. También comenta las principales lecciones sobre las que tenemos que reflexionar, entre ellas que la inversión en sanidad nunca es motivo de arrepentimiento.
Desde hacía tiempo, la Organización Mundial de la Salud advertía de la posibilidad de una pandemia como la que estamos viviendo. Sin embargo, pese a esos avisos, el COVID-19 nos ha puesto delante de una realidad: la de que nuestros sistemas sanitarios no están preparados para hacer frente a este desafío.
Es una pregunta sobre la que tendremos que reflexionar mucho y espero que saquemos muchas lecciones también después de esta crisis tan excepcional, tan sin precedentes y tan histórica.
Es cierto que hemos tenido muchas llamadas de atención sobre salud pública. Hemos tenido el SARS, hemos tenido el H1N1, donde se reaccionó, se alertó y se avanzó mucho con el Reglamento Sanitario Internacional y hay que reconocer que eso fue un gran paso adelante.
Pero, después creo que volvimos a perder un poco esa sensación de inminencia, esa sensación de vulnerabilidad y otra vez volvimos a nuestra vida, y se
prepararon ciertos países para un cierto tipo de emergencias, pero nunca la preparación fue al nivel de poder responder a una pandemia como la que tenemos ahora.
Sobre todo, algo que todos hemos olvidado es que la inversión en salud pública y en sistemas sanitarios es una inversión de la que no hay que arrepentirse, pase lo que pase, haya o no haya una epidemia, haya o no haya una alerta, siempre va a ser una inversión sin arrepentimiento, siempre va a ser una inversión rentable. Y creo que la inversión en prevención primaria, en prepararse para que no haya los factores de riesgo que tenemos alrededor de nosotros, tendría que ser también una prioridad absoluta. Veremos, después de esto, si efectivamente hemos aprendido las lecciones y reforzamos nuestros sistemas sanitarios y los blindamos lo más posible. (www.capitalfoodservices.com)
Irónicamente, si se me permite la expresión, esta pandemia está poniendo de rodillas a los países a los que se considera que tienen los sistemas sanitarios más fuertes y apreciados, como lo países europeos, los países ricos, y ahora ya se está desplazándose el epicentro a Estados Unidos… Son países que ahora mismo están sintiendo la pandemia de forma muy dura en sus sistemas sanitarios (…) En los países del hemisferio sur y en países con sistemas sanitarios mucho más débiles, ahí vamos a ver efectivamente el impacto mucho mayor.
Con lo cual va a haber que reflexionar sobre qué porcentaje del PIB de un país tiene que destinarse a su sistema sanitario y a dar protección a la salud de sus ciudadanos, y a dónde va la prioridad de los presupuestos en cada país.
Van a notarse muchísimo las desigualdades sobre todo en esos países donde no hay una cobertura sanitaria universal, donde la salud privada juega un papel muy importante; ahí se va a notar de forma brutal sin ninguna duda.
Esa es una pregunta que nunca hay que hacerle a un convencido de la salud pública universal, porque nunca va a encontrar ese límite, ese porcentaje adecuado, y siempre va a apuntar a un número muy, muy alto. Pero si es cierto que, incluso en aquellos países en los que el gasto en sanidad es aceptable en este momento o en los que tienen un sistema sanitario entre los mejores del mundo, incluso aunque doblaran el porcentaje de su PIB para invertir en salud, todavía esa inversión ni siquiera seria probablemente la adecuada.
Como digo, de todas maneras, sería una inversión sin ningún tipo de remordimiento. Son inversiones que funcionan. Invertir en educación y en salud siempre tienen un retorno positivo, siempre. Y, además, muy importante: de 1 a 10 por lo menos (por cada dólar de inversión se recuperan diez). Por lo tanto, es fundamental que al menos los países doblen el porcentaje del PIB que ahora dedican a su salud. Algunos países van a tener que hacer mucho más que eso, porque tienen un porcentaje importante de la población que no tienen ningún tipo de cobertura sanitaria.
Aparte del argumento de la equidad, aparte del argumento de que es una buena inversión, aparte del argumento de que la cobertura sanitaria es un derecho universal, hay otro argumento para los países a los que no les convenzan esos argumentos que es muy poderoso: el argumento económico.
Un país que no da cobertura sanitaria universal puede encontrarse con grandísimas dificultades económicas, en el desarrollo económico, en el éxito económico y creo que esta pandemia nos lo va a demostrar. Si realmente va a haber un porcentaje de ciudadanos que no tiene acceso, desde el punto de vista económico, si ese es el argumento que más peso político tienen algunos gobernantes, van a ver que el no invertir en sanidad tiene una incidencia muy negativa en la economía y en el desarrollo socioeconómico del país. Creo que ese sería el último argumento, pero desde luego puede que en algunos países sea el más fuerte y el que más convenza.
Primero de todo, decirle a la gente que vamos a salir de esta y vamos a salir bien y que las sociedades están demostrando que quieren proteger a sus mayores, que no hay duda sobre eso. Una sociedad que no protege a sus mayores, es una sociedad que necesita replantearse toda su ética y las bases de su civilización y de su progreso. Ese sería un mensaje, que vamos a salir sin ninguna duda.
Luego, efectivamente, intentar pensar que estamos viviendo un momento histórico y qué podemos sacar de este momento histórico en términos de qué vamos a aprender, qué vamos a hacer mejor, cómo va a reforzar los lazos con nuestras familias y cómo vamos a valorar lo positivo.
Todo esto tiene una parte muy fea, feísima, dolorosísima, económicamente tremenda, demoledora para muchísima gente, con consecuencias socioeconómicas que van a durar mucho tiempo, pero si somos capaces de adaptarnos, y dicen que la inteligencia es la capacidad de adaptarse, si somos una sociedad inteligente, cohesionada y solidaria, intentaremos dejar atrás lo antes posible la parte mala de todo esto, que la tiene, y quedarnos solo con la buena.
Fuente: Noticias ONU
En reunión telemática con los ministros de Desarrollo Social o equivalentes de 13 países de América Latina, Bárcena expresó que la pandemia está teniendo efectos negativos en la economía de la región, de por sí muy inestable después de 7 años de crecimiento muy bajo.
Explicó que CEPAL avizora un decrecimiento del 1,8 por ciento en el área de América Latina y el Caribe, lo cual incidirá directamente en el empleo, no solo en los trabajadores formales, sino en aquellos que actúan en el mercado laboral informal, que constituyen más de 53 por ciento del total.
La crisis económica que se prevé suceda a la pandemia, repercutirá de inmediato en los niveles de pobreza y de pobreza extrema de la región, que pudieran llegar a valores de 82 millones de personas y más de 130 millones de personas, respectivamente.
Por estas razones, la CEPAL advierte la necesidad de que los Gobiernos tomen acciones para contrarrestar, tanto como sea posible, estos efectos, evitando así que los efectos en la sociedad alcancen los niveles pronosticados.
Bárcena expresó que en la región existen grandes desigualdades en el acceso a los sistemas de salud, algo fundamental para mitigar los efectos sociales de la pandemia. Además, se refirió al gasto social en salud en América Latina y el Caribe, que alcanza el 2,2 por ciento del PIB, inferior al 6 por ciento que pide la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La secretaria general de CEPAL solicitó que se garantice el acceso universal a las pruebas de detección de la Covid-19 y al cuidado médico, a mantener el acceso universal a servicios básicos y a apoyar el consumo de amplios estratos de la población que son muy vulnerables a caer en la pobreza.
También demandó de los Gobiernos asistir financieramente a los sectores más vulnerables de la sociedad y a proteger el empleo formal, ya que el rol de la seguridad social es clave en este momento.
Finalizó resaltando el papel de la solidaridad, que consideró clave para evitar los nocivos efectos sociales de la pandemia.
Próximamente, CEPAL sostendrá un encuentro similar con las naciones del Caribe anglófono y francófono.
Fuente: RNV
En reunión telemática con los ministros de Desarrollo Social o equivalentes de 13 países de América Latina, Bárcena expresó que la pandemia está teniendo efectos negativos en la economía de la región, de por sí muy inestable después de 7 años de crecimiento muy bajo.
Explicó que CEPAL avizora un decrecimiento del 1,8 por ciento en el área de América Latina y el Caribe, lo cual incidirá directamente en el empleo, no solo en los trabajadores formales, sino en aquellos que actúan en el mercado laboral informal, que constituyen más de 53 por ciento del total.
La crisis económica que se prevé suceda a la pandemia, repercutirá de inmediato en los niveles de pobreza y de pobreza extrema de la región, que pudieran llegar a valores de 82 millones de personas y más de 130 millones de personas, respectivamente.
Por estas razones, la CEPAL advierte la necesidad de que los Gobiernos tomen acciones para contrarrestar, tanto como sea posible, estos efectos, evitando así que los efectos en la sociedad alcancen los niveles pronosticados.
Bárcena expresó que en la región existen grandes desigualdades en el acceso a los sistemas de salud, algo fundamental para mitigar los efectos sociales de la pandemia. Además, se refirió al gasto social en salud en América Latina y el Caribe, que alcanza el 2,2 por ciento del PIB, inferior al 6 por ciento que pide la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La secretaria general de CEPAL solicitó que se garantice el acceso universal a las pruebas de detección de la Covid-19 y al cuidado médico, a mantener el acceso universal a servicios básicos y a apoyar el consumo de amplios estratos de la población que son muy vulnerables a caer en la pobreza.
También demandó de los Gobiernos asistir financieramente a los sectores más vulnerables de la sociedad y a proteger el empleo formal, ya que el rol de la seguridad social es clave en este momento.
Finalizó resaltando el papel de la solidaridad, que consideró clave para evitar los nocivos efectos sociales de la pandemia.
Próximamente, CEPAL sostendrá un encuentro similar con las naciones del Caribe anglófono y francófono.
Fuente: RNV
La OPEP y sus aliados se reunirán el lunes por videoconferencia para analizar la caída espectacular de los precios del petróleo provocada por la crisis del coronavirus, indicó a la AFP una fuente cercana a la organización con sede en Viena.
Arabia Saudita, el principal productor del cártel, había pedido el jueves «a instancias de Estados Unidos», una reunión urgente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios, entre ellos Rusia, para alcanzar «un acuerdo equitativo que restablezca el equilibrio de los mercados petroleros», según la agencia oficial saudita SPA.
«Azerbaiyán fue invitado a una reunión de los ministros de la OPEP y de países no miembros por videoconferencia el 6 de abril para estabilizar el mercado petrolero», indicó por su parte en un comunicado el ministro de Energía de este país del Cáucaso.
Según el gobierno de Bakú, la reunión se celebra «por invitación de Arabia Saudita tras negociaciones con el presidente estadounidense Donald Trump». El objetivo será adoptar «una nueva declaración de cooperación», según la misma fuente.
Una fuente rusa citada por la agencia pública Ria Novosti también habló de la fecha del 6 de abril y afirmó que la reunión servirá para hablar sobre una reducción de la producción de unos 10 millones de barriles al día.
Según otra fuente rusa citada por la agencia TASS, el regulador estadounidense fue invitado a participar en la reunión.
El presidente Trump habló el jueves de un posible acuerdo entre Arabia Saudita y Rusia, en plena guerra de precios del petroleo, para reducir la producción en unos diez millones de barriles al día.
Rusia, segundo productor mundial pero que no es miembro de la OPEP, rechazó el mes pasado la posibilidad de una reducción de la producción mundial de crudo para compensar la caída de la demanda provocada por la pandemia de coronavirus.
El jueves, los precios del barril se dispararon después de que Trump diera a entender que existía la posibilidad de este acuerdo.
Así, al cierre, el barril de WTI para entrega en mayo subió casi 25% a 25,32 dólares. Y el barril de Brent del mar del Norte para entrega en junio ganó 21% a 29,94 dólares en Londres.
Fuente: Banca y Negocios
La OPEP y sus aliados se reunirán el lunes por videoconferencia para analizar la caída espectacular de los precios del petróleo provocada por la crisis del coronavirus, indicó a la AFP una fuente cercana a la organización con sede en Viena.
Arabia Saudita, el principal productor del cártel, había pedido el jueves «a instancias de Estados Unidos», una reunión urgente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus socios, entre ellos Rusia, para alcanzar «un acuerdo equitativo que restablezca el equilibrio de los mercados petroleros», según la agencia oficial saudita SPA.
«Azerbaiyán fue invitado a una reunión de los ministros de la OPEP y de países no miembros por videoconferencia el 6 de abril para estabilizar el mercado petrolero», indicó por su parte en un comunicado el ministro de Energía de este país del Cáucaso.
Según el gobierno de Bakú, la reunión se celebra «por invitación de Arabia Saudita tras negociaciones con el presidente estadounidense Donald Trump». El objetivo será adoptar «una nueva declaración de cooperación», según la misma fuente.
Una fuente rusa citada por la agencia pública Ria Novosti también habló de la fecha del 6 de abril y afirmó que la reunión servirá para hablar sobre una reducción de la producción de unos 10 millones de barriles al día.
Según otra fuente rusa citada por la agencia TASS, el regulador estadounidense fue invitado a participar en la reunión.
El presidente Trump habló el jueves de un posible acuerdo entre Arabia Saudita y Rusia, en plena guerra de precios del petroleo, para reducir la producción en unos diez millones de barriles al día.
Rusia, segundo productor mundial pero que no es miembro de la OPEP, rechazó el mes pasado la posibilidad de una reducción de la producción mundial de crudo para compensar la caída de la demanda provocada por la pandemia de coronavirus.
El jueves, los precios del barril se dispararon después de que Trump diera a entender que existía la posibilidad de este acuerdo.
Así, al cierre, el barril de WTI para entrega en mayo subió casi 25% a 25,32 dólares. Y el barril de Brent del mar del Norte para entrega en junio ganó 21% a 29,94 dólares en Londres.
Fuente: Banca y Negocios
La pandemia de COVID-19 amenaza a centenas de millones de personas en el mundo con una escasez de alimentos, en particular en África, que depende de su importación y de las exportaciones para poder pagarlos, advirtió el viernes la ONU.
«En general, una sequía puede tener impacto en el suministro y una recesión puede producir un shock en la demanda, pero ahora tenemos los dos a la vez», explicó Arif Husain, economista jefe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en una conferencia de prensa telemática desde Roma.
«Los dos a la vez y a escala mundial. Es lo que lo hace realmente, realmente inédito», agregó.
Cada año, los intercambios de arroz, soja, maíz y trigo permiten alimentar a 2.800 millones de personas en el mundo, de ellos 212 millones en situación de inseguridad alimentaria crónica y 95 millones en situación de inseguridad alimentaria grave, según el PMA.
Para «muchos países pobres, las consecuencias económicas serán más devastadoras que la enfermedad en sí», alerta esta agencia de la ONU en un informe publicado el viernes.
África, y en particular la región subsahariana que importó más de 40 millones de toneladas de cereales en 2018, es el continente más amenazado.
Somalia y Sudán del Sur son los países más expuestos a las perturbaciones de suministro en cereales, mientras que otros como Angola, Nigeria o Chad dependen de sus exportaciones para poder pagar las importaciones de alimentos.
Los países exportadores de petróleo, como Irán, Irak o Yemen y Siria, estos dos últimos en guerra, están también entre los más amenazados por la escasez de alimentos.
«Aunque los mercados mundiales de cereales de base están bien provistos y los precios globalmente bajos, los alimentos deben viajar desde los graneros del mundo hasta los lugares de consumo. Las medidas de confinamiento establecidas para luchar contra la COVID-19 empiezan a generar problemas en este sentido», se preocupa el PMA.
Los puertos de exportación registran puntualmente perturbaciones, debidas por ejemplo, a los movimientos sociales en Argentina o en Brasil.
Por su parte, algunos países europeos se enfrentan a la falta de mano de obra y de camiones en un contexto de demanda creciente, precisa el informe.
Por el momento, los precios de los alimentos de base (aceites, cereales, carnes, productos lácteos) tienen tendencia a caer, debido a las perspectivas del marasmo económico, según el índice mensual de precios de los productos alimentarios, publicado el jueves por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Fuente: Banca y Negocios
La pandemia de COVID-19 amenaza a centenas de millones de personas en el mundo con una escasez de alimentos, en particular en África, que depende de su importación y de las exportaciones para poder pagarlos, advirtió el viernes la ONU.
«En general, una sequía puede tener impacto en el suministro y una recesión puede producir un shock en la demanda, pero ahora tenemos los dos a la vez», explicó Arif Husain, economista jefe del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en una conferencia de prensa telemática desde Roma.
«Los dos a la vez y a escala mundial. Es lo que lo hace realmente, realmente inédito», agregó.
Cada año, los intercambios de arroz, soja, maíz y trigo permiten alimentar a 2.800 millones de personas en el mundo, de ellos 212 millones en situación de inseguridad alimentaria crónica y 95 millones en situación de inseguridad alimentaria grave, según el PMA.
Para «muchos países pobres, las consecuencias económicas serán más devastadoras que la enfermedad en sí», alerta esta agencia de la ONU en un informe publicado el viernes.
África, y en particular la región subsahariana que importó más de 40 millones de toneladas de cereales en 2018, es el continente más amenazado.
Somalia y Sudán del Sur son los países más expuestos a las perturbaciones de suministro en cereales, mientras que otros como Angola, Nigeria o Chad dependen de sus exportaciones para poder pagar las importaciones de alimentos.
Los países exportadores de petróleo, como Irán, Irak o Yemen y Siria, estos dos últimos en guerra, están también entre los más amenazados por la escasez de alimentos.
«Aunque los mercados mundiales de cereales de base están bien provistos y los precios globalmente bajos, los alimentos deben viajar desde los graneros del mundo hasta los lugares de consumo. Las medidas de confinamiento establecidas para luchar contra la COVID-19 empiezan a generar problemas en este sentido», se preocupa el PMA.
Los puertos de exportación registran puntualmente perturbaciones, debidas por ejemplo, a los movimientos sociales en Argentina o en Brasil.
Por su parte, algunos países europeos se enfrentan a la falta de mano de obra y de camiones en un contexto de demanda creciente, precisa el informe.
Por el momento, los precios de los alimentos de base (aceites, cereales, carnes, productos lácteos) tienen tendencia a caer, debido a las perspectivas del marasmo económico, según el índice mensual de precios de los productos alimentarios, publicado el jueves por la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Fuente: Banca y Negocios
El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, considera que el sector petrolero atraviesa el mayor choque de su historia debido a la confluencia entre el confinamiento de media humanidad por el coronavirus y el pulso que mantienen los mayores países productores.
En entrevista especial con la agencia EFE, este economista turco -que desde 2015 dirige una organización que reúne a los principales consumidores de la OCDE y a grandes productores como EE.UU. o México- advierte del riesgo de desestabilización de muchos países que dependen de las exportaciones de crudo, como Ecuador, Argelia o Venezuela.
Birol, de 62 años, acusa a Rusia de iniciar una batalla entre productores para inundar el mercado con petróleo y hundir así la explotación de los yacimientos de esquistos de Estados Unidos, algo que no cree que vaya a suceder.
En el caso de Venezuela, para el director de la AIE es todavía peor, «porque está la gran cuestión de la mala gestión de la industria petrolera. Lo que creemos es que la situación actual seguramente agravará todavía más los problemas económicos y financieros, que son enormes en Venezuela», precisó.
Pregunta: ¿Cuáles son sus previsiones para el mercado petrolero en los próximos meses?
Respuesta: El sector del petróleo está sufriendo un choque como nunca antes en su historia. En el pasado la demanda había caído con las crisis económicas, y también hubo excesos de producción, pero no habíamos tenido las dos cosas al mismo tiempo y con esta magnitud.
Esto se debe en parte al cambio de política en algunos países productores clave. Es una cuestión central a la que debemos prestar atención. Confío en que esos países den pasos para estabilizar el mercado y contribuyan a apoyar así a la economía global.
Pero para mí, el grueso del choque actual se debe al gran hundimiento de la demanda mundial.
P: ¿No es, por tanto, responsabilidad de los productores?
R: Por supuesto, los productores al modificar su política han sacado al mercado de 2 a 3 millones de barriles adicionales. Pero la caída de la demanda puede llegar a 20 millones de barriles diarios (la media diaria en 2019 fue de 100,3 millones).
La razón de ese enorme descenso es que de los 100 millones de barriles diarios habituales, el 60 % van al sector del transporte: coches, autobuses, aviones,… Como 3.500 millones de personas en el mundo están ahora confinadas, hay una enorme descenso de la actividad en los transportes y por tanto de la demanda de petróleo.
En una situación normal, los bajos precios generarían un estímulo para los consumidores. Pero en el contexto actual, es bastante improbable que propicien más demanda, al menos durante el periodo de emergencia sanitaria. (…) Con la pandemia y con la marcha de la economía global, la tendencia es que los precios del petróleo continuarán bajo presión. (https://www.language-museum.com/)
P: Ha habido conversaciones entre estos grandes productores, en particular Estados Unidos y Rusia, pero ¿cuál es la forma de terminar con esta crisis del crudo? ¿Hay que reducir de forma radical la producción?
R: Arabia Saudí y Rusia son productores muy importantes, pero tienen diferentes papeles. Arabia Saudí ha sido durante años y años un estabilizador en el mercado petrolero global y ha tenido un papel muy constructivo. Espero que una vez más siga teniendo un papel constructivo: actualmente ejerce la presidencia del G20.
En cuanto a Rusia, sus representantes han dejado claro que han cambiado de política para atacar al petróleo de esquisto. Esta crisis afecta de forma seria al esquisto, pero me parece que es demasiado pronto para escribir su necrológica, porque cuando se recuperen los precios resurgirá.
Los geólogos son mucho más eficientes que en el pasado, se han descubierto muchos yacimientos, la tecnología ayuda y también la experiencia.
Definitivamente, el sector del esquisto en Estados Unidos va a sufrir por la situación actual. Miles de empleados y de ingenieros van a ser despedidos, las empresas van a sufrir desde el punto de vista financiero, pero cuando se supere la crisis habrá un repunte de su producción.
P: ¿Es bueno para los consumidores un petróleo tan barato, incluso por debajo de 25 dólares el barril?
R: El bajo precio del petróleo es algo de lo que no se pueden aprovechar (los consumidores) porque no lo controlan. No les reporta beneficios y al mismo tiempo es un factor de desestabilización de muchos países importantes en el mundo. Por ejemplo Argelia, que atraviesa muy serias dificultades. (…) Lo mismo ocurre con Irak o con Ecuador.
No diría que el colapso del sector petrolero es una buena noticia, sino que es mala para el mundo.
Fuente: Banca y Negocios
El director ejecutivo de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Fatih Birol, considera que el sector petrolero atraviesa el mayor choque de su historia debido a la confluencia entre el confinamiento de media humanidad por el coronavirus y el pulso que mantienen los mayores países productores.
En entrevista especial con la agencia EFE, este economista turco -que desde 2015 dirige una organización que reúne a los principales consumidores de la OCDE y a grandes productores como EE.UU. o México- advierte del riesgo de desestabilización de muchos países que dependen de las exportaciones de crudo, como Ecuador, Argelia o Venezuela.
Birol, de 62 años, acusa a Rusia de iniciar una batalla entre productores para inundar el mercado con petróleo y hundir así la explotación de los yacimientos de esquistos de Estados Unidos, algo que no cree que vaya a suceder.
En el caso de Venezuela, para el director de la AIE es todavía peor, «porque está la gran cuestión de la mala gestión de la industria petrolera. Lo que creemos es que la situación actual seguramente agravará todavía más los problemas económicos y financieros, que son enormes en Venezuela», precisó.
Pregunta: ¿Cuáles son sus previsiones para el mercado petrolero en los próximos meses?
Respuesta: El sector del petróleo está sufriendo un choque como nunca antes en su historia. En el pasado la demanda había caído con las crisis económicas, y también hubo excesos de producción, pero no habíamos tenido las dos cosas al mismo tiempo y con esta magnitud.
Esto se debe en parte al cambio de política en algunos países productores clave. Es una cuestión central a la que debemos prestar atención. Confío en que esos países den pasos para estabilizar el mercado y contribuyan a apoyar así a la economía global.
Pero para mí, el grueso del choque actual se debe al gran hundimiento de la demanda mundial.
P: ¿No es, por tanto, responsabilidad de los productores?
R: Por supuesto, los productores al modificar su política han sacado al mercado de 2 a 3 millones de barriles adicionales. Pero la caída de la demanda puede llegar a 20 millones de barriles diarios (la media diaria en 2019 fue de 100,3 millones).
La razón de ese enorme descenso es que de los 100 millones de barriles diarios habituales, el 60 % van al sector del transporte: coches, autobuses, aviones,… Como 3.500 millones de personas en el mundo están ahora confinadas, hay una enorme descenso de la actividad en los transportes y por tanto de la demanda de petróleo.
En una situación normal, los bajos precios generarían un estímulo para los consumidores. Pero en el contexto actual, es bastante improbable que propicien más demanda, al menos durante el periodo de emergencia sanitaria. (…) Con la pandemia y con la marcha de la economía global, la tendencia es que los precios del petróleo continuarán bajo presión. (https://www.language-museum.com/)
P: Ha habido conversaciones entre estos grandes productores, en particular Estados Unidos y Rusia, pero ¿cuál es la forma de terminar con esta crisis del crudo? ¿Hay que reducir de forma radical la producción?
R: Arabia Saudí y Rusia son productores muy importantes, pero tienen diferentes papeles. Arabia Saudí ha sido durante años y años un estabilizador en el mercado petrolero global y ha tenido un papel muy constructivo. Espero que una vez más siga teniendo un papel constructivo: actualmente ejerce la presidencia del G20.
En cuanto a Rusia, sus representantes han dejado claro que han cambiado de política para atacar al petróleo de esquisto. Esta crisis afecta de forma seria al esquisto, pero me parece que es demasiado pronto para escribir su necrológica, porque cuando se recuperen los precios resurgirá.
Los geólogos son mucho más eficientes que en el pasado, se han descubierto muchos yacimientos, la tecnología ayuda y también la experiencia.
Definitivamente, el sector del esquisto en Estados Unidos va a sufrir por la situación actual. Miles de empleados y de ingenieros van a ser despedidos, las empresas van a sufrir desde el punto de vista financiero, pero cuando se supere la crisis habrá un repunte de su producción.
P: ¿Es bueno para los consumidores un petróleo tan barato, incluso por debajo de 25 dólares el barril?
R: El bajo precio del petróleo es algo de lo que no se pueden aprovechar (los consumidores) porque no lo controlan. No les reporta beneficios y al mismo tiempo es un factor de desestabilización de muchos países importantes en el mundo. Por ejemplo Argelia, que atraviesa muy serias dificultades. (…) Lo mismo ocurre con Irak o con Ecuador.
No diría que el colapso del sector petrolero es una buena noticia, sino que es mala para el mundo.
Fuente: Banca y Negocios